La corredora española Natalia Rodríguez, campeona europea en pista cubierta en Turín 2009, y subcampeona mundial bajo techo en Doha 2010, en los 1,500 metros planos, confirmó que seguirá en la alta competición hasta los Juegos Olímpicos de Río.
Rodríguez, que la pasada semana anunció su retirada, dio marcha atrás a su decisión de retirarse. La fondista explica que el apoyo y el aliento que ha sentido estos días la han llevado a modificar su primera intención de colgar las zapatillas.
«Decidí retirarme porque estaba muy saturada, había pasado momentos muy duros», aseguró «Pero ver la repercusión que tuvo mi decisión me ayudó a acordarme de otras situaciones más a través de las que me recuperé. Por eso, he valorado todo y me he dado cuenta de que estoy dispuesta a aguantar».
Recordemos que Natalia sufrió algunos años de lesiones, por lo que tuvo que retirarse del último campeonato de clubes español, debido a molestias en un gemelo, ahora se encuentra recuperada y físicamente al cien por cien.
«Eso me ha llevado también a reconsiderar mi primera decisión», explica la mediofondista. «Psicológicamente me he colocado en la situación de la retirada y he analizado todo a lo que renunciaba. No me puedo quedar con la sensación de no haberlo intentado». Dijo Rodríguez.
Rodríguez, de 35 años, es plusmarquista española de 1.500 (3:59.51), tiene 10 títulos nacionales al aire libre y cuatro en pista cubierta, un bronce mundial (Daegú 2011) y otro europeo (Barcelona 2010) al aire libre, además de un título continental (Turín 2009) y una plata mundial (Doha 2010) en competiciones bajo techo. Pese a su veteranía, la atleta no ha meditado cambiar de distancia y seguirá compitiendo en 1.500. «Creo que aún tengo opciones de mejorar. En esta distancia llegué a tener un nivel de forma muy bueno, pero creo que todavía puedo conseguir cosas».
Tras unos meses a las órdenes de Antonio Serrano -un cambio técnico que no maduró-, Natalia seguirá entrenándose sola con la planificación realizada hace años por su técnico de siempre, Miguel Escalona. «Quise cambiar de aires, porque lo necesitaba. Ahora seguirá con los entrenamientos de Miguel», explica la atleta.