La rusa Anna Chicherova, que estuvo de 2016 a 2018 sancionada por dopaje, registró mejor marca de la temporada de pista cubierta del salto alto, al elevarse en 2.01 metros, desbancando a Mariya Lasitskene (2,00). La atleta de 36 años lo hizo en Chelyabinsk (Rusia), una ciudad del Volga a más de 1.500 kilómetros de Moscú. En el mismo concurso estuvo Lasitskene, que se quedó en 1,97.
Chicherova, era rival habitual de Ruth Beitia, fue cazada tras dar positivo por turinabol, un esteroide anabolizante. Pero no de manera inmediata, sino ocho años después tras el reanálisis de las muestras de los Juegos de Pekín 2008 donde la rusa se colgó el oro. Posteriormente sería desposeída, así como de la plata en los Mundiales de Berlín 2009. Sin embargo, la sanción dos años la cumpliría de 2016 a 2018 y tuvo incluso riesgo de ser sancionada a perpetuidad.
Lo que parece más complicado para Chicherova, que sí retiene el oro de Londres 2012, será volver a un gran campeonato a nivel internacional. Con Rusia todavía inhabilitada, los atletas tienen que pedir permiso a la IAAF para competir como ‘neutrales’. Un panel de expertos analiza cada caso individual y detalladamente para que no haya ningún tipo de vínculo con el dopaje. Todo apunta a que de cara a los Europeos de Glasgow (1-3 de marzo) el de la saltadora de altura, que envió su solicitud el pasado 2018, mirará con especial atención.
