La atleta estadounidense Sydney McLaughlin se llevó el oro olimpico de los 400 metros vallas tras batir su propio récord del mundo con 51.46. La atleta ostentaba desde finales de junio la mejor marca sobre la distancia en 51.90. En segunda posición quedó su compatriota Delilah Muhammad que también conseguió batir el anterior récord del mundo.
En la final de los Juegos Olímpicos, la joven estadounidense que cumplirá sus 22 años este fin de semana realizó otra hazaña. Se llevó el oro olímpico con un tiempo de 51’46, nuevo récord mundial. McLaughlin hizo una última recta impresionante para adelantar a su compatriota Dalilah Muhammad que también terminó por debajo del precedente récord mundial en 51’58.
La neerlandesa Femke Bol se lleva el bronce en 52’03. La jamaiquina Janieve Russell se clasifica cuarta y la panameña Gianna Woudruff séptima de esta prueba.
Es el tercer récord mundial en el atletismo establecido en Tokio después de los 15.67 metros logrado por la venezolana Yulimar Rojas en el salto triple.
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