La Federación Japonesa de Atletismo (JAAF) estableció la maratón de Osaka, como prueba clasificatoria y elegir a las mejores maratonistas niponas para el Mundial de Budapest del 19 al 27 de agosto. La locura por conseguir las plazas fue total que fueron veinte japoneses lograron bajar de la barrera de las 2h.09.40 fijada por World Athletics como marca mínima para poder participar en el Mundial de Budapest (del 19 al 27 de agosto de 2023).
La densidad de maratonianos de primer nivel de Japón es equiparable al de las grandes potencias de la distancia como son Kenia y Etiopía y la JAAF decidió otorgar las plazas en una prueba única que lo decidiese todo: la Maratón de Osaka.
Los tres primeros clasificados japoneses en Osaka fueron Kazuya Nishiyama (2h06’45), Yohei Ikeda (2h06’53) y Shohei Otsuka (2h06’57) y con estas marcas se clasificaron para competir en la maratón del Mundial de Budapest en agosto. Los siguientes tres clasificados ganaron el billete para acudir a la maratón de los Juegos Asiáticos de Hangzhou en setiembre, Toshiki Sadakata (2h07’24), Koki Yoshioka (2h07’28) y Yuki Kawauchi (2h07’35).
Tener un nivel tan alto de corredores genera situaciones delicadas como la vivida por Masaki Sakuda, que con 2h07’49 se queda sin la posibilidad de ser internacional con su Selección. De cara a los “Trials” olímpicos de Japón, la previsión es que la exigencia sea todavía mayor. Correr en 2h06 podría no ser suficiente para acudir a París 2024 ya que en este selectivo de Osaka faltaron los principales maratonianos del país, que se están centrando en la preparación olímpica. Ninguno de los tres participantes del Mundial de Oregón, Gaku Hoshi, Yusuke Nishiyama y Kengo Suzuki, corrieron en Osaka. Tampoco lo hizo Suguru Osako, finalista olímpico que cuenta con una marca personal de 2h05’29.
En la prueba femenina la historia fue totalmente diferente ya que solo tres mujeres japonesas lograron bajar de de 2h28: Momoko Watanabe (2h23’08), Misaki Nishida (2h25’51) y Yuri Karasawa (2h27’27).