Ryan Crouser, es uno de los mejores lanzadores de peso del planeta tanto en pista cubierta y al aire libre; esta semana perdió su segundo récord mundial tras ser anulado por error organizativo que le ha costado otro récord al lanzador estadounidense.
Tiene auténtica mala suerte con los récords, hace un año perdió una plusmarca mundial en pista cubierta porque la organización calibró mal el dispositivo para medir el lanzamiento, el bicampeón olímpico ahora puede estar en puertas de perder también los 23,38 metros que consiguió el 18 de febrero.
Durante la reunión del Simplot Games de Pocatello (Idaho), los organizadores colocaron el círculo de lanzamiento sobre alfombras de goma para evitar que se desplazase. Eso supone que el lanzamiento se realizara en bajada, más allá del 0,1% de pendiente permitida, lo que lo invalida.
Recordemos que en el 2022 Crouser ya vio un récord anulado (23.37 metros), logrado en los Millrose Games, porque la organización calibró mal el aparato de medición. Sin embargo, en aquella ocasión la diferencia entre la marca registrada y la real era importante. Esta podría haber llegado a un máximo de tres centímetros. En aquella ocasión, la televisión, centrada en las carreras, ni siquiera ofreció el lanzamiento, una muestra más del desinterés que la especialidad despierta en Estados Unidos.
Crouser, se quedará de momento con sus 23,37m como tope histórico, una marca que aspira a superar quizás en el Mundial de Budapest, donde buscará repetir el título mundial de Eugene con permiso de su compatriota Joe Kovacs, que al final del pasado verano cortó su racha victoriosa y le derrotó dos veces entrando además en el selecto club de los 23 metros.
Próximamente Ryan Crouser competirá en la reunión Drake Relays del 27 de abril, donde tendrá otra oportunidad de actualizar sus récords.
