Usain Bolt se ha dado un gigantesco baño de masas en Tokio. Tras ocho años retirado y sin pisar un tartán desde entonces en unos Mundiales de atletismo, World Athletics ha acertado de lleno trayéndole a la cita planetaria en Japón. Aficionados, Prensa, atletas… todos quieren estar cerca de él, saludarle, hacerse una foto, que les dé la mano. Y el jamaicano está entregado a sus 39 años. Vibrando como un ‘hooligan’ mientras sus compatriotas Seville y Thompson lograban el doblete en los 100 metros o de punta en blanco junto a ‘Mondo’ Duplantis en la presentación del ‘Ultimate Championship’ que debutará en septiembre de 2026.
Ver a 68.000 aficionados vitoreándole, el domingo por la noche, trajo grandes recuerdos al ‘Relámpago’, la mayor estrella que ha dado nunca el atletismo. Con ocho medallas de oro olímpicas y once mundiales lo hacen difícil. Además, aún mantiene tres récords mundiales: 9.58 en 100 metros, 19.19 en 200, y 36.84 en el 4×100. Por no hablar de su carisma y la transmisión directa con el público, esa capacidad extraordinaria e innata para conectar con personas de todo el mundo.
Bolt participó en diferentes encuentros con medios y ahí ha dejado perlas mezclando humor con sinceridad. Como al preguntarle por qué la generación actual no mejora los tiempos de la suya pese a todos los avances tecnológicos de zapatillas, clavos y tartán. “¿Quieres la respuesta real? Simplemente, somos más talentosos”. Y usa el ejemplo de su compatriota Shelly-Ann Fraser-Pryce que se retira en Tokio y corría en tiempos de Bolt: “Mira Shelly, con los nuevos clavos corre más rápido. Es así de simple, es solo talento”.
Sobre si conoce por qué esa conexión especial con el público, el jamaicano dice: “Es la personalidad. Mucha gente trata de ser divertida, pero suena irreal. Si te esfuerzas demasiado, no es lo mismo; te debe salir natural”. Y ahí Bolt es una mina de oro de titulares si consigues que se suelte…
“Normalmente, me despierto a tiempo para ver a los niños irse a la escuela. Y luego depende; si no tengo nada que hacer, simplemente me relajo. A veces hago ejercicio si estoy de buen humor. Y veo series hasta que los niños regresan. Paso un tiempo hasta que comienzan a molestarme y me voy. Y luego veo películas o hago Lego”.
Con un peso bastante superior a la figura que la mente guarda del ‘Relámpago’, Bolt sigue hablando de su día a día: “Entreno en el gimnasio, pero ahora tengo que comenzar a correr. Porque cuando subo las escaleras me quedo sin aliento”. El jamaicano ha disfrutado tanto en Tokio que ya ha hecho planes a dos años, en los Mundiales 2027 de Pekín, con sus vástagos (Olympia Lightning, 5 años, y los gemelos Saint Leo y Thunder, de cuatro): “Llevaré a mis hijos y les diré: ‘Aquí es donde sucedió todo’. Les he mostrado videos, pero podré explicarles lo que su padre hizo a lo largo de los años”.
✍️Rafa Payá/ AS
