La sudafricana Caster Semenya, autora de la mejor marca mundial del año en los 800 metros (1’55”92), y el estadounidense Noah Lyles, nueva estrella de la velocidad que ganó los 200 metros con 19”69, fueron las grandes triunfadores de la segunda jornada de la reunión de la Diamond League de Eugene (Oregón).
Ajena a la polémica que siempre le acompaña por su aparente masculinidad, Semenya, doble campeona olímpica y tres veces campeona del mundo de los 800 metros, ganó con 1’55”92 por delante de la estadounidense Ajee Wilson (1’56”86) y, además de establecer el mejor registro mundial del año en la distancia, batió el récord de la reunión.
Pero la sudafricana, de 27 años, podría verse afectada en el futuro por una nueva regla que ha generado críticas, ya que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) anunció el mes pasado que a partir del 1 de noviembre limitará la participación en todas las pruebas internacionales desde los 400 metros hasta la milla a las mujeres con niveles de testosterona superiores a un nivel específico. La IAAF sostiene que las mujeres con niveles de testosterona inusualmente altos tienen una ventaja competitiva sobre el resto.
Preguntada después sobre la nueva regla sobre el hiperadrogismo, que la Federación sudafricana dijo que piensa recurrir al Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS). “No voy a hablar de eso, porque vine aquí para competir. Para ser sincera, solo soy un atleta, ¿sabes? No hay nada que pueda hacer, no hay nada que pueda decir al respecto”, dijo Semenya, quien reconoció que le ilusiona batir el récord mundial de los 800 metros. “Tal vez lo intente este año”, aseguró Semenya, que tiene una mejor marca de 1’55”16, a menos de dos segundos del récord que la checa Jarmila Kratochovilova tiene con 1’53”28 desde 1983.
A los 20 años, Noah Lyles demostró que puede seguir los pasos de Justin Gatlin, baja de última hora en Eugene, ya que con 19”69 igualó el récord de la reunión de los 200 metros en poder de su veterano e ilustre compatriota y se quedó a 12 centésimas de la mejor marca personal de éste (19”57).
En ausencia de Gatlin, con un problema muscular en los isquiotibiales, y del también estadounidense Christian Coleman, que prefirió centrarse en los 100 metros, Lyles hizo una demostración en la media vuelta a la pista pese a salir en la siempre incómoda calle 7, en la que apenas hay referencias de los rivales. Con un viento a favor de 2,0 m/s, justo el límite para homologar la marca, Lyles ganó con 19”69 por delante del trinitense Jereem Richards (20”05) y el canadiense Aaron Brown (20”07) y se colocó como líder mundial del año junto al el sudafricano Clarence Munyai.
“Me sorprende haber corrido tan rápido al inicio de la temporada, pero los demás tendrán que acostumbrarse. Estoy aquí para dominar”, dijo Lyle, campeón mundial junior de los 100 metros en 2016, tras la carrera.
Foto: Chris Pietsch – AP