El corredor argelino Abdellatif Baka, se convirtió en la figura más resaltante de los Juegos Paralímpicos, tras ganar la prueba de los 1,500 metros, con récord mundial, en la categoría T13 de discapacitados visuales más leve, logró el oro en Río de Janeiro, con un tiempo mejor del atleta estadounidense Mathew Centrowitz en los Juegos Olímpicos.
Baka, que logró el récord del mundo, se impuso en la final de los 1.500 metros paralímpicos, clase T13, con un tiempo de 3:48.29, mientras que el de Centrowitz fue de 3:50.00.
Ese tiempo del corredor sin discapacidad norteamericano también lo mejoraron otros tres paralímpicos más de la serie que ganó Baka.
El actual récord del mundo de 1.500 metros de un atleta sin discapacidad lo ostenta el marroquí Hicham El Guerrouj (3:26.00), mientras que el récord olímpico lo tiene el keniano Ngeny Ngeny (3:32.07).