Una vez más Armand Duplantis se impuso en el salto con pértiga, a distancia, tras elevarse los 5.86 m. durante los Juegos Imposibles realizada en el Estadio Bislett en Oslo, que lucía vacía. Mientras que su rival Renuad Levillenie lo hizo en el jardín de su casa en Francia con un registro de 5,81m.
Homer Simpson, Michael Jordan, un alien… Emblemáticos espectadores, pero en cartón, llenaron las tribunas del mítico estadio Bislett de Oslo, silencioso en los ‘Impossible Games’, una competición más cercana a una exhibición, con algunas disciplinas no habituales, que reemplazó a la reunión de la Liga de Diamante.
Un puñado de irreductibles espectadores vestidos de vikingos fueron los privilegiados testigos, al estar subidos a un elevador más alto que el recinto.
La estrella indiscutible fue el sueco Duplantis, récord del mundo de pértiga desde hace unos meses al superar los 6,18 metros.
En la velada atlética, el prodigio de 20 años superó los 5,86 metros en su tercer intento. Luego no pudo con la barra situada a 6,01 m.
«Fue agradable volver a la pista. Ustedes lo saben, los últimos dos meses no pude entrenar como debería, sabía que estaba oxidado, no en una gran forma. Me ha faltado competencias, está claro», señaló Duplantis en zona mixta.
«Vine en coche hoy desde Suecia, vuelvo mañana. Tenía un permiso de trabajo, vine y me voy. Me han preguntado dónde había estado, si había estado enfermo, ese tipo de cosas», añadió sobre las restricciones de viaje.
Como todo el deporte, el atletismo se ha visto muy afectado por la pandemia de coronavirus, con el aplazamiento a 2021 de los Juegos de Tokio 2020 y la anulación del Europeo de París.
Oslo es la primera verdadera tentativa de algo parecido a las reuniones en los tiempos anteriores a la pandemia, después de diversas alternativas durante el confinamiento, como concursos a distancia o reuniones locales.
Pero la verdadera temporada internacional debería comenzar el 14 de agosto en Mónaco.