En la entrega de los Atletas Olímpicos (84), se incluyen, la británica Sanderson, seis veces olímpica; la cubana Colón, primera latina en un podio olímpico; la finesa Lillak, brillante en 1983; la británica Whitbread, emulando con Felke y otras y la noruega Hattestad, rompiendo el embrujo en los grandes eventos.
Sanderson; con seis ediciones olímpicas a cuesta
La británica Tessa Sanderson una titular olímpica nacida en el Caribe. Es que Theresa Ione Sanderson nació en Saint Elizabeth, Jamaica, el 14 de marzo de 1956, pero siendo una niña, su familia emigró a Gran Bretaña, donde Sanderson comenzó la práctica del atletismo, haciéndolo por las pruebas combinadas, pero a los 17 años, ya estaba con la jabalina en mano. El debut olímpico acontece en Montreal 1976 (19 años), logrando el décimo puesto (57.00). Antes de Moscú 1980, Sanderson (69.70) se había colocado cerca del tope mundial de la alemana Ruth Fuchs (69.96), por lo que la colocaron entre las candidatas al título olímpico, pero inexplicablemente, no consiguió superar la fase clasificatoria, con anímico 48.76. Durante la antesala de Los Ángeles 1984, Sanderson lanzó en Edimburgo, 73.58, pero volvió a decepcionar, ahora, en el mundial de Helsinki; aunque supo crecerse en la cita olímpica de la urbe californiana, triunfando con 69.56, sobre las conocidas Lillak y Whitbread. Seúl 1988 representaron sus cuartos Juegos Olímpicos, una lesión previa le impidió desempeñarse a su acostumbrado nivel, ese año había logrado, 71.70, quedando eliminada en la cita coreana, con 56.70. Aun asistió a dos ediciones olímpicas más, en Barcelona 1992 se ubicó cuarta (63.58). A los 40 años, luego de ganar la Copa del Mundo de La Habana, se retiró del atletismo, laborando como presentadora de televisión, pero en víspera de Atlanta 1996, regresó, siendo eliminada (58.86). En sus archivos descansan tres títulos de la Commonwealth (Edmonton 1978, Edimburgo 1986 y Auckland 1990)
Colón Ruenes; primera latinoamericana en la cima del podio olímpico
La cubana María Caridad Colón, lamentablemente, tuvo una sola experiencia olímpica. Colón Ruenes es natural de Baracoa, Guantánamo, donde nació, el 25 de marzo de 1958. Con apenas 22 años, María Caridad se colgó al cuello el título olímpico en el lanzamiento de la jabalina, el acontecimiento tuvo lugar en la cita de Moscú 1980, donde la cubana aprovechó su primer envío, para mandar la jabalina hasta los 68.40 metros, nuevo récord olímpico y en presencia de la “temida” alemana Ruth Fuchs, dos veces titular y vigente recordista mundial, las locales Saida Gunba y Tatyana Biryulina, las alemanas Ute Hommola y Ute Richter, la búlgara Ivanka Vantcheva y la rumana Eva Radully-Zorgo, entre otras. Luego, dos boicots consecutivos, la privaron de volver al escenario olímpico, el “socialista” a Los Ángeles 1984 y el cubano a Seúl 1988. María Caridad conquistó dos títulos continentales (San Juan 1979 y Caracas 1983) y tres regionales (Medellín 197, La Habana 1982 y Dominicana 1986). En 1986, con 70.14, se convirtió en la tercera cubana en lograr un envío sobre los 70.00 (Mara Vila, 70.14 en 1985 e Ivonne C. Leal, 71.82 en 1985). Con ese título (Moscú 1980), María Caridad es junto, al también cubano Ramón Fonst, los primeros, mujer y hombre, latinoamericano campeones olímpicos. Durante la 136 Sesión del COI, celebrada de forma virtual, fue elegida María Caridad Colón miembro del Comité Olímpico Internacional.
Lillak; sensacional temporada en 1983
La finesa Tiina Lillak abrió la senda para las jabalinistas de su país hacia las medallas, en los grandes eventos. Ilse Kristiina Lillak nació en Helsinki, el 15 de abril de 1961. Lillak debutó en Juegos Olímpicos, a los 19 años, cuando asistió a Moscú 1980, pero fue eliminada, con 56.26; a la segunda cita, en Los Ángeles 1984 llegó Tiina Lillak como la dueña del primado mundial de la prueba, con 74.76, pero debió ver el triunfo de la británica Tesa Sanderson (69.56), la medalla de plata de Lillak, era la primera, desde que Kaisa Parviainen, conquistará ese metal en Londres 1948. La tercera oportunidad olímpica aconteció en Seúl 1988, siendo eliminada, con 60.06. Tiina Lillak se impuso sensacionalmente, sobre la británica Fatima Whitbread (69.14), en el mundial de Helsinki 1983, con envío de 70.82, logrado en la sexta ronda. Durante la temporada 1983, Lillak logró 15 envíos sobre los 70.00, incluyendo el récord mundial de 74.76
Whitbread; brillando entre Sanderson y Felke-Meier
La británica Fatima Whitbread fue una de las mejores jabalinistas de los años 80. Whitbread nacida el 3 de marzo de 1981, fue protagonista grandes enfrentamientos con la alemana Petra Felke-Meier, con su paisana Tessa Sanderson y con la finesa Kristina Lillak. Debutó en Juegos Olímpicos, en Los Ángeles 1984, donde, ausente la germana Felke-Meier, era una de las favoritas al título. Había vencido en dos competencias previas a Sanderson, el 13 de julio, en Londres (67.96 por 67.88) y Birmingham, el 15 de julio, pero en la cita angelina Whitbread no pudo con Sanderson (69.56), tampoco con Lillak (69.00), terminando tercera, con 67.14. En Seúl 1988 debió enfrentar a Felke-Meier, quien estaba en la cima de su reinado, aunque Whitbread fue una digna rival (70.32), tuvo que claudicar ante el poderío de la alemana (74.68). La británica había derrotado a Felke-Meier en el europeo de Stuttgart 1986, donde le arrebató el récord mundial, con 77.44 y en el mundial de Roma 1987. En sus archivos están, la presea de plata en el mundial de Helsinki 1983 y el bronce en la Copa del Mundo, Canberra 1985.
Hattestad; rompiendo el embrujo en grandes eventos
La noruega Trine Hattestad poseyó una vasta experiencia olímpica, que la llevaron a un título y una presea de bronce. Elsa Katrine Solberg, nació en Lorenskog, el 18 de abril de 1966. Hattestad inició la práctica deportiva jugando balonmano, llegando a desempeñarse en la segunda división de Noruega. Coincidió durante parte de su trayectoria con las británicas Tessa Sanderson, Fatima Whitbread y la alemana Petra Felke. El debut olímpico aconteció en Los Ángeles 1984, quinta (64.52), le siguió Seúl 1988, eliminada (58.82), en Barcelona 1992, lanzo 67.20 en la ronda clasificatoria, pero descendió a 63.54 n la final, quinto puesto, en Atlanta 1996, logró medalla de bronce y en Sydney 2000, por fin rompió el embrujo de no ganar en los grandes eventos y conquistó el título (68.91). Hattestad es una de las jabalinistas (8) que superó los 70.00 con el modelo antiguo (72.12), pero no lograba destacar en los mundiales (Roma 1987, Tokio 1991), hasta que triunfó en Stuttgart 1993, luego repitió en Atenas 1997. Hattestad se adaptó rápidamente al nuevo modelo (1999), implantando las tres primeras cuotas mundiales, 68.19 (28/07/1999), 68.22 (30/06/2000) y 69.48 (28/07/2000).
Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano)