En la presente entrega de los Atletas Olímpicos (38) incluye, al estadounidense Boston, sucesor de Owens y derribado por Beamon; su paisana McGuire, vencida en Tokio; el boricua Cruz, primero del Caribe en una final olímpica de pértiga; la cubana Cobián, finalista en Tokio y México; el soviético Ter-Ovanesian, siempre las la sombra de Boston; el español Corgos, primer español en la élite en longitud; el brasileño Oliveira, silenciado en Montreal y estafado en Moscú y la peruana Vilca, olímpica en Münich.
Boston, el que a hierro mata, a hierro muere
El estadounidense Ralph Boston marcó una época en el salto de longitud, que lo llevó a conquistar un título olímpico, Roma 1960, una medalla de plata, Tokio 1964 y una presea de bronce, México 1968. Boston a los 21 años (9 de mayo de 1939), fue el encargado de derrumbar, con 8.21, los 8.13 metros, de su paisano Jesse Owens, un récord mundial que vivió 25 años; el acontecimiento tuvo lugar en Walnut, el 12 de agosto de 1960; pero también debió presenciar, ocho años más tarde, como otro coterráneo le derrumbaba los 8.35, el sexto y último, de los topes mundiales, que implantó o igualó, cuando Bob Beamon se apareció con aquel fenomenal 8.90, siendo, precisamente, Boston quien ayudó a Beamon, a comprender la hazaña que había realizado. Ralph Boston conquistó dos títulos en Juegos Panamericanos, el primero de ellos, en Sao Paulo 1963 y en Winnipeg 1967, en esta última cita, derrotó (8.29) al jovencito Bob Beamon (8.07), pero en el evento realizado en tierras brasileñas, se dio el lujo de competir también en salto de altura, prueba en la que no lució mal, saltando 2.04, igual resultado, que el logrado por los ocupantes del segundo y tercer lugar, Teodoro Palacios (GUA) y Anton Norris (BAR). La polivalencia de Boston, había quedado manifiesta en 1961 y 1963, cuando corrió 13.7 y 13.9, en 110 con vallas, tercero y octavo, en los listados mundiales de esos años.
McGuire, vencida, pero multimedallista
La estadounidense Edith McGuire llegó a la cita de Tokio 1964, como una de las grandes favoritas en los100 metros. McGuire (11.3w) había triunfado en los Triales de Estados Unidos, en la capital japonesa, todo fue diferente, allí estaba Wyomia Tyus, ganadora, pero McGuire dejó su impronta en Tokio, al conquistar tres medallas, oro en 200 metros y plata en 100 metros y 4×100. McGuire también es un producto de la Universidad Estatal de Tennessee, donde militaron Wilma Rudolph y Wyomia Tyus, entre otras. En los Juegos Panamericanos de Sao Paulo (1963), conquistó el título en 100 metros y la medalla de bronce en salto de longitud. Se retiró del atletismo en 1966, año donde ocupó el décimo puesto en el listado anual (200 metros).
Cruz; primer finalista olímpico del Caribe y más allá
El boricua Rolando Cruz, no conquistó una medalla olímpica, pero fue el primer pertiguista del área de Centroamérica y el Caribe, en competir en una final olímpica, al hacerlo en Roma 1960 (cuarto puesto) y segundo latinoamericano, detrás del brasileño Lucio Castro (Los Ángeles 1932). Cruz logró una medalla de bronce a nivel panamericano (Chicago 1959), así como tres títulos en Juegos Centroamericanos y del Caribe, Caracas 1959, Kingston 1962 y San Juan 1966. En 1961 se ubicó tercero en el listado anual, con 4.70 metros
Cobián, dos veces finalista en 100 metros
La cubana Miguelina Cobián logró dos participaciones olímpicas, avanzando a la final, en ambas. Cobián nació en Santiago de Cuba (19 de diciembre de 1941), siendo descubierta para el atletismo por el checo Emil Zátopek, cuando brindaba sus servicios al atletismo cubano. Miguelina fue la primera velocista cubana incluida en la élite mundial (100 y 200 metros), hecho acontecido, entre 1963 y 1970. La santiaguera estuvo presente en Tokio 1964, cita en la que se ubicó quinta en 100 metros (11.72), mientras que era octava en México 1968. Su debut internacional tuvo lugar en 1962, durante los Centrocaribe de Kingston (oro), repitiendo ese metal en San Juan 1966 y Panamá 1970. En Juegos Panamericanos, en Sao Paulo 1963, conquistó tres preseas de plata (100, 200 meros y 4×100) y en Winnipeg 1967, logró el título en 4×100, plata en 100 y bronce en 200 metros. Una lesión sufrida en 1971, la obligó retirarse del atletismo.
Ter-Ovanesian, olímpicamente a la sombre de Boston
El entonces soviético y luego ruso, Igor Ter-Ovanesian fue emulo de Ralph Boston, aunque sus conquistas no llegaron a igualar las del saltador estadounidense. Ter-Ovanesian tuvo tres participaciones olímpicas, todas a la sombra de Boston, con dos preseas de bronce, Roma 1960 y Tokio 1964, mientras que en México 1968, se ubicó cuarto. En 1962, saltó 8.31, superando el récord mundial de Boston (8.28) y previo a la cita mexicana, le igualó el tope universal de 8.35. A nivel europeo, Ter-Ovanesian logró tres títulos, Estocolmo 1958, Belgrado 1962 y Atenas 1969, con medalla de plata en Helsinki 1971 y Sofia (bajo techo).
Bravi; olímpico y dirigente en el Piamonte
El italiano Attilio Bravi no tuvo un destaque olímpico relevante, en su única aventura olímpica, Roma 1960, se ubicó décimo, con 7.47 metros. Bravi era oriundo de Bra, provincia de Cuneo (Piamonte) y se coronó campeón italiano de salto de longitud, en ocho oportunidades, además, ganó la Universiada de Turín 1959, con 7.46 metros. Su mejor salto fue de 7.66, logrado en 1958. Fuera del deporte activo, Bravi presidió el Comité Olímpico de Cuneo, hasta la desaparición de este, en 2012.
Corgos; tres veces olímpico
El español Antonio Corgos, nacido en Barcelona es uno de los mejores saltadores de longitud de España. Corgos estuvo presente en los tres Juegos Olímpicos de los 80s, debutó en Moscú, con su mejor salto en estas lides, 8.09, pero, apenas fue séptimo, luego en Los Ángeles, se ubicó décimo, con 7.69, terminando, en el quinto en Seúl, con 8.03. En 1978, con 18 años, logró 8.05, nuevo récord de Europa en categoría junior y a la vez, cuota absoluta de España, dos años más tarde, extendió su reinado nacional, hasta los 8.23 (Madrid, 24 de agosto), momento en los que recibió elogios, del mítico Bob Beamon, pero la aparición de continuas lesiones fueron limitando sus progresos, siendo 8.20, lo máximo que logró saltar, en los restantes 12 años de carrera atlética. Cargos conquistó medallas de plata, en el europeo de Atenas 1982 y en los de pista cubierta de Grenoble 1981 y La Haya 1989. En Campeonatos Mundiales, fue séptimo en Helsinki 1983 (8.06) y decimocuarto en Roma 1987 (7.60).
Joao Carlos, estafado en Moscú
El brasileño Joao Carlos de Oliveira, quizás haya sido el mejor triplista de la segunda mitad de los 70s, pero le faltó conquistar la gloria olímpica. Su aparición en el escenario internacional aconteció a los 20 años (1954), en el Campeonato Sudamericano de Santiago de Chile (1974), triunfando con 16.34. Al año siguiente eclipsó al mundo del atletismo, con un triple brinco de 17.89 metros (Ciudad de México), superando por 45 centímetros, el récord mundial de Viktor Sanayev (17.44), pero en los olímpicos de Montreal 1976, no pudo ir más allá de los 16.90, teniendo que ceder los dos primeros escaños en el podio, a Sanayev (17.29) y al estadounidense James Butts (17.18). En 1977, pese a no lograr brincos sobre los 17.00 metros, se impuso en la Copa del Mundo de Dusseldorf (16.68), derrotando al sublíder del listado anual, el soviético Anatoliy Pskulin (17.04). Durante la temporada de 1978, volvió a liderar la prueba, con 17.44, mientras que en el año previo a la cita olímpica de Moscú, saltó 17.27 (2) y conquistó el título (su segundo) en la Copa del Mundo de Montreal, argumentos suficientes para aspirar al título olímpico en, la entonces capital soviética. Pero Joao Carlos fue “robado” en Moscú, la leyenda anfitriona (Sanayev) debía conquistar su cuarto título y el escenario había sido preparado para la ocasión, Oliveira realizó un salto cercano a los 17.90 o 18.00, que fue declarado nulo por el juez de paso, pero Sanayev estaba lesionado y solo pudo lograr, en la sexta ronda, 17.24, en cambio, el título quedó en “casa”, lo conquistó Jaa Uudmäe, con 17.35, mientras Joao Carlos, era “relegado” nuevamente al tercer puesto, con 17.22. Posterior a la “estafa” moscovita, Oliveira conquistó el tercer título en la Copa del Mundo, ahora en Roma (17.37) y se despidió del atletismo competitivo, con otro título sudamericano, el 5 de noviembre, de ese propio año, en La Paz. Su vida dio un brusco giro, el 21 de diciembre, al ser impactado su auto por otro en una autopista de Sao Paulo, Joao Carlos resultó herido gravemente, con fractura craneal, en la pierna derecha, la pelvis y mandíbula, milagrosamente salvó la vida, pero su pierna derecha debió ser amputada, quedando trunca su carrera deportiva. Joao Carlos, también incursionó en salto de longitud, prueba en la que llegó a saltar, 8.36 (Rieti, 21 de julio de 1979) y se ubicó quinto en Montreal 1976. Oliveira falleció en Sao Paulo, en 1999.
Vilca; cuarto-finalista en Münich
La peruana María Luisa Vilca tuvo su experiencia olímpica en Münich 1972, lo hizo como velocista y saltadora de altura. Vilca, nacida, el 15 de marzo de 1948, intervino en los 100 metros, siendo sexta en la serie seis, con 11.85 segundos, pero en los 200 metros, fue quinta en el heat 3 (24.46), clasificando a cuartos de final, fase en la se ubicó séptima en la serie dos, con 24.48 segundos. Vilca estuvo presente en los Juegos Panamericanos de Cali 1971, séptima en 100 metros; en los Bolivarianos, conquistó medalla de plata en, Maracaibo 1970 (100 metros y longitud) y en Panamá 1973 (4×100).
Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano)