La presente entrega de los Atletas Olímpicos (42), incluye a la cubana-mexicana Liliana Allen, olímpica bajo dos banderas; los estadounidenses Kevin Young y Charles Austin; el primero, con la mejor carrera de su vida en Barcelona y el segundo, rey olímpico en Atlanta; el cubano Anier García
Allen, olímpica bajo dos banderas
La velocista Liliana Allen fue olímpica bajo dos pabellones, Cuba y México. Allén nació en Cueto (24 de junio de 1970), Holguín y mostró sus cualidades de velocista desde pequeña, llegando al alto rendimiento a mediado de los 80s, producto de un proyecto de búsqueda de talentos para el atletismo cubano. Liliana perdió su primera oportunidad olímpica en Seúl 1988, cuando Cuba le dio la espalda a esa cita, por “solidaridad” con la otra parte de la península; ese año Allen (18 años) había logrado 11.18 y 23.13, marcas que le habrían garantizado la presencia en tierras sudcoreanas. El debut olímpico se produce en Barcelona 1992, haciéndolo con 11.49 (ronda uno), 11.33 (cuartos de final), 11.28 (semifinal) y 11.19 en la final (octava); última finalista cubana en esta prueba. Para Atlanta 1996, solo interviene en el relevo 4×100. En lo adelante Liliana Allen, lo hace bajo el pabellón mexicano, nacionalidad que adquirió en 1998, pero se ve imposibilitada de asistir a Sydney 2000, al negarle el aval la FCA, teniendo que esperar a la cita de Atenas 2004, para poder representar a México, en la capital helénica avanza hasta los cuartos de final (11.42, ronda uno), donde es sexta (heat 3, 11.52), pero deja sus huellas en la posta 4×400, con récord nacional de 3:27.88. Es imposible relatar aquí las conquistas de Liliana, pero salvo, los Juegos Olímpicos y Mundiales (aire libre), conquistó preseas a todos los niveles, en sus archivos reposan medallas en Copas del Mundo (La Habana 1992 y Londres 1994), mundial bajo techo (Sevilla 1991), en las Universiadas (Duisburgo 1989 y Buffalo 1993); en Juegos Panamericanos (La Habana 1991, Mar del Plata 1995 y Santo Domingo 2003; en Iberoamericanos (Sevilla 1992, Medellín 1996, Lisboa 1998, Río 2000) y en Centroamericanos y del Caribe (México 1990, Ponce 1993 y San Salvador 2002). En la actualidad le corresponden los récords nacionales de Cuba (11.10) y México (11.09 y 23.13).
Young, tiempazo en Barcelona 1992
El estadounidense Kevin Young estuvo presente en dos aventuras olímpicas, pero su hazaña la realizó en su segunda oportunidad. Young apareció allá por 1984, a los 19 años, corriendo los 200 metros en 21.00. En 1985 le aparece 51.09 en 400 con vallas, quizás, una de sus primeras marcas en esta prueba, pero al paso de un año, los progresos fueron descomunales, 48.77 segundos. Aunque en 1987 logró 48.15, no obtuvo un cupo al mundial de Roma (Edwin Moses, Danny Harris y David Patrick). En 1988 continuó progresando, acreditando marca de 47.72 segundos, la que le otorgó el boleto olímpico a Seúl, ganado en los exigentes Triales de Indianapolis, donde seis corredores descendieron de los 48.00 segundos. En Seúl no pudo pasar del cuarto puesto, aunque hubiese repetido lo realizado en el selectivo estadounidense. También se quedó al pie del podio en el mundial de Tokio 1991, pero su momento cumbre estaba próximo. Barcelona 1992, precisamente, le correspondió iniciar esta prueba en la Ciudad Condal, dominando el heat uno (48.76), en semifinales se reservó y dejó adelantarse al jamaicano Winthrop Graham, para esa carrera final, Young estuvo preparado desde mucho antes de llegar a Barcelona, según los parámetros que valoraba su coach John Smith, pero habría una novedad, Young logró ejecutar 12 pasos entre vallas, en lugar de los 13 tradicionales, conjuando ambos elementos, el resultado fue un espectacular 46.78, récord mundial que pulverizaba el 47.02 de Edwin Moses, Graham ocupante del segundo puesto, llegó 88 centésimas después. En el mundial de Stuttgart 1993, todavía Young mostró destellos de su grandeza, al ganar con 47.18 segundos, pero su estrella se fue apagando rápidamente, 49.70 al año siguiente y 50.11 en 1995, mientras que en 1996, corrió 49.15, válidos para hacerse con un puesto entre los semifinalistas en los Triales olímpicos de Atlanta, allí quedaron sepultados sus opciones, al quedar quinto en la serie uno, con 49.19.
Austin, un título en tres oportunidades
El estadounidense Charles Austin, a diferencia de otros saltadores, no tuvo un rápido ascenso a la élite mundial. Austin, natural de Bay City, Texas, a los 22 años saltó 2.27, pero al año siguiente (1990) logró 2.35 y en 1991 se apareció con un salto de 2.40 (Weltklasse de Zürich), logrando además, el título mundial en Tokio. Su primera experiencia olímpica y la última, no fueron exitosas, noveno lugar en Barcelona 1992 y eliminado en Sydney 2000, pero se desquitó con el título en Atlanta 1996, aprovechando ese momento de esplendor, ganó el mundial bajo techo de París 1997, su último gran éxito, cerrando con bronce en Maebashi 1999. La campaña mundialista de Austin se complementó con la eliminación en Gotemburgo 1995 y Atenas 1997, octavo puesto en Sevilla 1999 y décimo en Edmonton 2001.
García, la competencia perfecta
El cubano Anier García participó en tres aventuras olímpicas, Atlanta 1996, donde quedó en cuartos de final, pero su hazaña la materializó en Sydney 2000, donde se coronó campeón olímpico, esa temporada Anier encajó dos derrotas ante Allen Johnson, la primera, en el Athletissima de Lausana (13.06 por 13.07) y la segunda, en la Weltklasse de Zürich (13.17 por 13.23), pero ambas carreras sirvieron para limar detalles de cara a Sydney, donde Anier realizó la competencia perfecta; primera ronda, 13.60; cuartos de final, 13.53; semifinal, 13.16 y final 13.00 segundos, mientras Johnson era relegado al cuarto puesto. Cuatro años más tarde, en Atenas, enfrentó su tercera experiencia olímpica, zanjada de manera excelente, con medalla de bronce y tiempo de 13.20, teniendo en cuenta la pésima temporada preolímpica, producto de lesiones. Anier es junto al canadiense Mark McKoy, los únicos campeones olímpicos, que no lograron descender de los 13 segundos, desde que el estadounidense Roger Kingdom, se coronara en Los Ángeles 1984.
Kliuguin, “favorecido” por la lluvia
El saltador ruso Serguei Kliuguin tuvo una única oportunidad olímpica, la cual aprovechó muy bien, Kliuguin nació en 1974 en Kineshma, perteneciente al Óblast de Ivánovo (Rusia), en aquel momento, Unión Soviética, bandera que representó por única ocasión, a los 17 años, en el Europeo Juvenil de Thessaloniki 1991, cita donde escoltó (2.27) en el podio al británico Steve Smith (2.29). Kliuguin no mostró progresos en sus saltos, hasta los 23 años, cuando logró un salto de 2.31 en el nacional bajo techo de Rusia. Ese año, 1997, obtuvo medalla de plata en la Copa de Europa (Münich) y el onceno puesto en el mundial de Atenas. En 1998, el saltador ruso se colocó entre la élite de la prueba, con salto de 2.36, pero los grandes resultados, solo llegaron a media, bronce en la Copa del Mundo de Johannesburgo, en el Campeonato de Europa de Budapest y era eliminado en el mundial de Sevilla. La final del salto de altura en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000 parecía dejar las mayores emociones para el final, con siete saltadores sobre los 2.32, pero comenzó a llover y Kliuguin, que había saltado los 2.32 en el segundo intento y marchaba cuarto, franqueó los 2.35 en su primera oportunidad, pasando a liderar la competencia, la lluvia siguió su curso, mientras los restantes seis saltadores, gastaron infructuosamente sus tres saltos sobre esa altura y Kliuguin se coronó campeón olímpico. Posterior a Sydney, Kliuguin solo ocupó el cuarto puesto en el mundial de Edmonton 2001.
Portilla: con más de 84 kilómetros olímpicos
La peruana María Portilla experimentó el sabor de competir olímpicamente en Sydney 2000 y Beijing 2008. Portilla Cruz (10 de abril de 1972), es la segunda maratonista peruana que intervino en Juegos Olímpicos (antes lo hizo Ena Guevara, Los Ángeles y Barcelona). En Sydney, Portilla se ubicó en el puesto 32, entre 53 corredoras, realizando un tiempo de 2:36:50 horas, su segundo mejor tiempo esa temporada; un excelente desempeño había logrado en Los Ángeles, el 5 de marzo, con 2:35:24 (tercera), carrera que le otorgó el boleto a Sydney. Hasta Londres 2012, el puesto 32 de María Portilla, era la segunda mejor ubicación de una atleta peruana (Edith Noeding, 24° en Münich 1972) en Juegos Olímpicos. En la cita de Beijing 2008, María, no mejoró la ubicación anterior, al terminar la prueba en el 39° lugar, entre 81 corredoras, pero logró récord nacional con 2:35:19. Entre los principales éxitos de María Portilla en la prueba de maratón se citan, el triunfo en Baltimore 2008 (2:36:22); segundo en Dallas 2004 (2:39:50), cerrando con terceros lugares en Torreón 2001 (2:37:07), Duluth 2006 (2:38:20) y Tampa 2007 (2:37:40).
Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano)