Atletismo cubano, pérdida de tradiciones (III)

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Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano).-Hoy continuando con la pérdida de “tradiciones” en el atletismo cubano, lo haré analizando el salto triple para mujeres, especialidad que inició su práctica sistemática en la apertura de los años 90 del pasado siglo, que en el caso cubano, en esa propia década, logró grandes evoluciones con rendimientos estables, digamos, medallas, en cuanto eventos participaran las atletas criollas, pero actualmente se está perdiendo la tradición de saltar estable sobre los 14 metros.

Una muestra de lo anterior, es la conquista de tres títulos mundiales, tres preseas de plata y una de bronce a ese propio nivel. Otros lauros de las triplistas cubanas son, dos medallas de oro y una plata, en Juegos Mundiales Universitarios; seis campeonas de Iberoamérica; cuatro títulos panamericanos y tres centroamericanos. En categorías inferiores (juvenil y cadetes), en Campeonatos Mundiales, también han reinado, con cuatro títulos, tres medallas de plata y cuatro de bronce; a nivel panamericano, han logrado, nueve preseas de oro, con dos de plata y bronce, respectivamente, mientras que en el rango centroamericano, acumulan dos títulos, dos medallas de plata y una de bronce.

Cuando nos trasladamos al aspecto cualitativo, observamos que, en 1992 la matancera Eloína Echevarría se convirtió en la primera atleta cubana en saltar sobre los 14 metros, con 14.07, dejando abierta las puertas para que en lo adelante, otras saltadoras la imitaran, como es el caso de Niurka Montalvo, con 14.51 al año siguiente.

En 1994, tres saltadoras logran sobre esa cuota; Montalvo, 14.60; Eloína, 14.22 y Laiza Carrillo, 14.00 metros. En 1995 se completa un cuarteto, con Olga Lidia Cepero, 14.14; luego en 1996, lo hacen solo tres; Yamilé Aldama, 14.43; Olga Lidia, 14.16 y Magdelín Martínez, 14.13. Así transcurren esos años, con dos y tres saltadoras con saltos por encima de esa barrera, hasta que en 2000, se incorpora al cuarteto, Mabel Gay, con 14.02.

En el segundo año de la primera década del presente siglo, continúa el fortalecimiento de esta prueba, con Mabel Gay, 14.29; Olga Lidia, 14.28 y Yusmay Bicet, 14.22; mientras que al año siguiente se mantienen Mabel, 14.52 y Yusmay, 14.06 y asciende Yudelkis Fernández, 14.03.

En 2004, un quinteto de triplistas criollas logra saltar más de 14 metros, con Yusmay de líder, con 14.62, manteniéndose un cuarteto en las dos siguientes temporadas, con Yargeris Savigne al frente, con 15.28 y 15.20, respectivamente.

En las siguientes cinco temporadas (2009, 2010, 2011, 2012 y 2013, la cifras de saltadoras sobre los 14 metros, fluctúa entre cinco y seis, lográndose siete en 2014, aunque de 2012 en adelante, hay que destacar una disminución de la calidad de los saltos, con apenas, 14.58, como mejor resultado.

Desde mi punto de vista, la “tradición” comienza a desaparecer en los tres últimos años, temporadas, donde muy pocas atletas han logrado saltar sobre esa cuota, incluido, el 2017, donde solo Liadagmis Povea, con 14.45, alcanzó ir más allá de los 14 metros. A esto va aparejado, también, la pobre estabilidad mostrada por las atletas en los saltos.

Varios son los factores que han incidido en el “apagón” que vive la prueba actualmente en Cuba, pasando por el retiro de atletas del calibre de Yargeris Savigne y Mabel Gay, así como la jubilación de entrenadores, de la talla de Milán Matos y Sigfredo Banderas, hasta llegar, al proceso de selección y preparación de talentos a todos los niveles, tema que abordaré en un próximo trabajo.

Continuará………

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