Kim Collins, de Saint Kitt & Nevis, se enfrenta hoy en los 100 metros de Birmingham al estadounidense Trayvon Bromell, un chico de 20 años que es el líder de la nueva generación de velocistas y que avala esa condición con su medalla de bronce en los Mundiales de Pekín. Collins está acreditado en 9.93 y Bromell tiene 9.84, pero este año ha corrido en 10.04. Algo más que una carrera de 100 metros. Una guerra generacional.
La reunión de Birmingham reúne otros alicientes. En los 200 metros estará también Brommell, junto al canadiense Andre de Grasse, el otro joven prodigio de la velocidad. En 1.500 metros tendremos a Manuel Olmedo en una durísima carrera en la que estarán los kenianos Asbel Kiprop y Silas Kiplagat y el marroquí Abdelaato Iguider, tres hombres con marcas personales por debajo de los tres minutos y medio. En 3.000 metros la estrella será Mo Farah, el hombre que ccolecciona dobletes olímpicos, mundiales y europeos en 5.000 y 10.000 metros.
Entre las mujeres, duelo curioso en los 100 metros: la campeona mundial de 200, la rubita holandesa Dafne Schippers, con tra negrita estadounidense Tiana Bartoletta, oro en los Mundiales, pero en salto de longitud. No es un duelo desigual, porque la europea está acreditada en 10.83 y la americana en 10.94. Pero la mejor marca entre las competidoras la tiene la estadounidense English Gardener, con 10.81.
En pértiga la estrella es la cubana Yarisley Silva y en triple la colombiana Caterine Ibargüen persigue añadir un nuevo triunfo a los 34 que colecciona desde los Juegos de Londres 2012, última competición en la que fue derrotada.
