Desde que se quitó su hiyab elástico y las mallas que le cubrían las piernas en los Juegos de Río 2016, los triunfos le han acompañado con grandes resultados a la atleta bareiní, Salwa Eid Naser, especialista en 400 metros.
El último fue su victoria en 400 metros, con el mejor tiempo de la temporada con 50.51, en la cuarta parada de la Diamond League realizado en Roma, ubicándose por delante de la jamaicana Stephenie McPherson con 50.69 y la estadounidense Jaide Stepter que terminó la prueba en 51.47.
Desde aquel verano en Brasil, su transformación no ha cesado. En la cita londinense ya no sólo se había quitado las prendas que le cubrían parte del cuerpo, sino que lució tatuajes en el cuello, un moderno corte de pelo teñido de amarillo y un piercing en la nariz, look que contrasta con el que llevó en Mundial Juvenil de Cali en 2015, en el que fue campeona, y con el que habitualmente muestran las atletas de países musulmanes. A ella le va muy bien así.
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