Sally Pearson, referencia del atletismo australiano, se retira a los 32 años, según dio a conocer la atleta. La campeona olímpica de 100m vallas en 2012 y vigente campeona mundial explicó que pueda no volver a ponerse nunca más en una línea de salida preparada para ganar.
La de Sidney sufre de nuevo problemas musculares que esta vez no se ve preparada para superar. En su palmarés también figura el oro mundial de 2011, en Daegú (Corea del Sur), cuando con 12,28s firmó la que todavía es la 6ª marca más rápida de la prueba y el récord de Oceanía.
La carrera de Pearson tuvo más obstáculos que las vallas de la recta de la pista de atletismo. En 2015, en la Liga de Diamante de Roma, tropezó con la quinta barrera y se hizo tanto daño en la muñeca que llegó a temer que le amputaran la mano. Se perdió el Mundial de Pekín y, al año siguiente, los Juegos de Río 2016 por lesión. Una lesión en el tendón de Aquiles le impidió pelear por su tercera medalla olímpica consecutiva. Parecía su fin, pero Pearson sorprendió a todos en 2017 en Londres, ganando el Mundial a todas las estadounidenses favoritas con 12,59s. «Fue el momento de más orgullo como atleta», reconoce, más incluso que su título olímpico cinco años antes en el mismo estadio.
La australiana luce un palmarés más amplio, encabezado por su plata en los Juegos de Pekín, y otro 2º puesto en el Mundial de Moscú 2013. En pista cubierta, sobre 60m, también ha triunfado, con un oro en el Mundial de 2012 y una plata en 2014.