Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano).- Hoy continuando con las valoraciones sobre los grandes atletas que brotaron de los Campeonatos Mundiales de Atletismo para menores de 20 años, lo haremos desde la cita de Seúl, Corea del Sur, 1992, en adelante.
Quizás las máximas estrellas que emergieron de esta cuarta edición sean el etíope Haile Gebrselassie y el marroquí Hicham El Guerrouj, quienes se vieron las caras en la prueba de 5 mil metros, con triunfo del “Emperador”, seguido del kenyano Ismael Kirui, con Guerrouj, tercero. La historia posterior escrita por estos tres corredores es bien rica en acontecimientos. Gebrselassie, conquistó títulos olímpicos en Atlanta y Sydney y mundiales en Stuttgart, Göteborg, Atenas y Sevilla, siempre en 10 mil metros; poseyó además, el récord mundial en tres oportunidades, en 5000 y 10000 metros y en dos, en la prueba de maratón; por su parte El Guerrouj, logró un sonado doblete olímpico en Atenas 2004, al triunfar en 1500 y 5000 metros; en Campeonatos Mundiales se embolsó cuatro títulos, Atenas, Sevilla, Edmonton y Paris, siempre en 1500 y es el poseedor del tope mundial de esta prueba; en tanto el kenyano Kirui, no llegó a los palmares de los dos anteriores, incluso, nunca estuvo presente en Juegos Olímpicos, pero conquistó dos títulos mundiales en 5 mil metros, Stuttgart y Göteborg, tomando desquite de Gebrselassie, al vencerlo en la cita alemana.
Que lejos estaba el saltador de altura ruso Sergey Klyugin, de soñar y celebrar la gloria olímpica cuando asistió a la juvenil coreana, donde apenas saltó 2.20 y se ubicó quinto, pero ocho después, era el campeón olímpico en Sydney, por delante de otro salido de estas citas, el cubano Javier Sotomayor.
Doce años demoraron en lograr el título olímpico, el balista ucraniano Yuriy Bilonog y el martillista japonés Koji Murofushi, ambos lo conquistaron en Atenas; Bilonog, por cierto, volvió a aventajar al español Manuel Martínez, segundo en Seúl y cuarto en la capital griega; mientras que Murofushi, materializó, tal vez, una de las más grandes “remontadas”, pues había sido octavo entre los juniors, con 65.78, llegando en los olímpicos hasta los 82.91 metros. La capital griega, también fue la coronación olímpica del corredor Darren Campbell, al integrar, como en Seúl, la posta 4×100 británica.
Otras de las luminarias surgidas en la cita coreana fue el marchista ecuatoriano Jefferson Pérez, quien apenas transcurridos cuatro años, se tituló rey olímpico; Pérez, conquistó además, tres títulos mundiales; Paris, Helsinki y Osaka.
Entre las mujeres, destacan la aparición de la rumana Gabriela Szabo y la china Wang Junxia; Szabo había sido segunda en los 3 mil metros, logrando la corona olímpica en 5 mil metros en Sydney, con tres títulos mundiales, Atenas 1997, Sevilla (5000 metros) y Edmonton (1500 metros); mientras que Junxia, titular en 10 mil, se impuso en Atlanta, en 5000 metros y al año siguiente a la cita junior, ganaba la corona mundial en Stuttgart.
Otra que estaba lejos de soñar con una corona olímpica, era la balista cubana Yumileidi Cumbá, quinta en aquel momento y ganadora 12 años más tarde en Olímpia, la cuna de los Juegos Olímpicos.
Otras futuras estrellas salidas de la cita coreana fueron, el triplista cubano Yoelbi Quesada, quien ya había estado en Plovdiv, el jabalinista finlandés Aki Parviainen, las corredoras de fondo, la británica Paula Radcliffe, la etíope Gete Wami y la kenyana Sally Barsosio, así como la discóbola neozelandesa Beatrice Faumuina. También en Seúl estuvo la estadounidense Marion Jones, quien ocupó posiciones secundarias en 100 y 200 metros y a la que le fueron retirados por doping los títulos olímpicos ganados en Sydney 2000.
La siguiente edición de los eventos mundiales para menores de 20 años, tuvo por sede a Lisboa, Portugal, en 1994, en ella aparecieron atletas como Anier García, Stefan Holm, Zymon Ziólkowski, Jason Gardener, Debbie Ferguson, Monique Hennagan y Tatyana Lebedeva, todos años más tarde acariciaron la gloria olímpica.
El cubano Anier García, progreso grandemente, pues había sido quinto en los 110 con vallas en la capital portuguesa y seis años más tarde, conquistaba el título olímpico en Sydney, donde coincidió nuevamente con el haitiano Dudley Dorival, segundo en Lisboa y séptimo ahora; en cambio, el martillista polaco Zymon Ziólkowski, se había impuesto entre los junior y repitió el título en la cita olímpica australiana. Otra que se coronó campeona olímpica en Sydney fue la velocista bahamesa Debbie Ferguson-McKenzie, al integrar la posta 4×100 de su país; Ferguson compitió en la edición portuguesa en 100 (quinta) y 200 metros (cuarta).
El saltador de altura sueco Stefan Holm, logró el título olímpico transcurrido diez años, luego de haber sido octavo entre los juveniles, al ganar en Atenas, cita olímpica donde también se coronaron otros atletas que estuvieron presentes en Lisboa, como la rusa Tatyana Lebedeva, tercera en aquella oportunidad en salto triple y ganadora en la cita griega en salto de longitud; la corredora estadounidense Monique Hennagan, oro y plata (4×400 y 400 metros), con la corona de laurel en 4×400 y el corredor británico Jason Gardener, oro y plata en Lisboa (4×100 y 100 metros) y en Atenas, en la posta 4×100, como dato curioso les comento, que todos los integrantes de esa cuarteta, salieron de las citas mundiales junior, Darren Campbell (Seúl 1992), Marlon Devonish (Lisboa 1994, primera ronda 4×100) y Mark Lewis-Francis (Santiago de Chile 2000).
Esta cita portuguesa alumbró el camino a varios futuros campeones mundiales, entre los que se citan, el kenyano Daniel Komen, el bielorruso, posteriormente nacionalizado australiano Dmitriy Markov (pértiga), el balista estadounidense Adam Nelson, la vallista cubana Daimí Pernía, la sueca Kajsa Bergqvist (altura), la albanesa nacionalizada griega Mirella Manjani-Tzelili (jabalina) y la marchista rusa Irina Stankina.
En el siguiente trabajo seguiremos mostrando los inicios de varias de las principales luminarias del firmamento atlético, que dieron sus primero pasos en las citas mundiales para menores de 20 años.