El fondista panameño Jorge Castelblanco dijo que su “chip” de trabajo cambió completamente tras conseguir en el Maratón de Valencia su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio, del próximo año.
“A mis 32 años, conseguir un marca como está y mejorarla, no me parece imposible, me siento bien. Tengo mucho por seguir dando, tengo una madurez física y mental y eso es lo que requiere un maratonista para seguir mejorando y clasificando a eventos de nivel elite en el mundo”, declaró Castelblanco.
Con un tiempo final de 2 horas, 9 minutos y 47, el maratonista panameño aseguró el 6 de diciembre su presencia en su segunda cita olímpica consecutiva además de pulverizar su récord nacional y centroamericano.
Castelblanco, nacido en la provincia panameña de Chiriquí, fronteriza con Costa Rica, dijo que la carrera fue complicada, pero gracias a la preparación hecha en el campamento de la ciudad colombiana de Paipa consiguió el tiempo mínimo.
En esta ocasión la marca mínima para Tokio 2020 estaba fijada en 2h11:30. Dijo que al sentirse bien pudo cerrar el recorrido en 2h09:49.
“Hubo algunos inconvenientes, como el tema del viento que no estuvo a favor, había mucho viento y era fuerte tal como el viento de verano en Panamá. Esto hizo más riguroso el circuito”, explicó.
Para el panameño, la marca mínima para los Juegos de Tokio era “bastante ambiciosa por parte de los organizadores”, pues “equivale a medallas en los juegos, de plata o bronce en anteriores Juegos Olímpicos”.
“Para mi clasificación a Río 2016 fue una marca bastante accesible, dos horas 15 minutos y en está ocasión para estar en los Juegos Olímpicos tenía que recortarle casi cinco minutos a mi mejor registro, que era 2h15:11 que hice para clasificarme a Río”, dijo.
El maratonista Jorge Castelblanco y el ciclista Christofer Jurado son los únicos panameños que hasta el momento estarán en los Juegos Olímpicos de Tokio, aplazados para el año próximo debido a la pandemia de la Covid-19.
“Tenía planeado correr el circuito suramericano, pero terminé con dolores en los isquiotibiales, por el esfuerzo hecho en la carrera, ahora lo mejor es descansar y regresar fuerte al trabajo”, puntualizó.
El camino hacia Valencia no fue fácil, ya que la pandemia de la COVID-19 evitó que se realizaran muchas pruebas. “Empezamos a prepararnos desde febrero para la Maratón de Hamburgo pero llegó la Pandemia y se canceló. Luego encontramos la Maratón de Valencia que estaba en su edición solo para élite y los entrenadores me dieron su voz de aliento en cada sesión de entrenamiento y aquí están los resultados: la marca para Juegos Olímpicos”. Contó el atleta.
El viaje para Valencia fue toda una odisea para Castelblanco debido a la pandemia de la COVID-19: “mi tiquete estaba comprado hace 5 meses atrás y cuando llego al aeropuerto no tenían vuelo para ese día, había que llegar a Valencia mínimo el miércoles previo a la prueba, en ese momento comienzo a gestionar con el Presidente del COP, Camilo Amado, quien logró conseguir el tiquete, yo me veía prácticamente perdido y bueno se hizo el viaje con muchas escalas pero se llegó el miércoles en la tarde a Valencia y de allí salimos a realizar un trote rápido para ver como andaban las piernas y fue magnífico.”
Para su preparación a Tokio 2020, Castelblanco espera tener buenos fogueos esperando que la situación actual de la pandemia de la COVID-19 lo permita y poder hacer la programación con su entrenador Juan Carlos Cardona y su agente Carlos Roa: “mi agente y mi entrenador vendrán en enero para una reunión y analizar todos los posibles eventos. Para la preparación rumbo a Tokio es indispensable tener competencias de fogueo porque vuelvo y reitero, por la pandemia no hubo eventos para foguearnos y la idea es conseguir estos eventos entre 5-10 kilómetros y media maratón. La preparación es otra parte súper importante con mis entrenadores pero lo principal es que ellos vengan acá y platicar muy bien lo que vamos a hacer en este camino a Tokio.”
Fuente: CONSUDATLE