Christian Coleman, estadounidense de 22 años, marcó 9.79 en los 100 metros de la final de la Diamond League de Bruselas. “It’s mine, it’s mine”, gritaba este compacto velocista que salió como con un resorte de los tacos (165 milésimas de reacción). Ahí dejó media carrera ganada y en los últimos 50 metros aguantó la caída de la velocidad hasta entrar primero a meta. El reloj del Rey Balduino frenó primero en 9.78, con la corrección fue 9.79. Baker, con salida malísima, hizo 9.93 y segundo.
Su registro le sitúa como el séptimo mejor especialista en el hectómetro de todos los tiempos, sólo por detrás de Bolt (9.58), Gay (9.69), Powell (9.72), Gatlin (9.74) y Carter (9.78). Iguala con Maurice Greene, uno de los consejeros de este expreso bajito, pero fuerte como una roca que ya en pista cubierta deslumbró con el récord mundial de 60 metros (6.34). No hay duda, la salida explosiva es su gran virtud para este talento de futuro, que ya en 2017 fue plata mundial.
Coleman se une a Noah Lyles, especialista en 200 y de 21 años, como candidatos a sucesores de Usain Bolt. Si el 100 estaba en una fase de depresión, Coleman, que ha superado esta temporada una lesión en el isquio, reapareció para renovarlo. Sus 9.79 es la mejor marca desde 2015.
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