La sudafricana Caster Semenya, bicampeona olímpica y tres veces mundial de 800 metros, regresó a los campeonatos del mundo después de cinco años de ausencia y quedó eliminada en los 5.000 metros, Acabó decimotercera con un tiempo de 15:46.12, a casi un minuto de la vencedora, la etíope Gudaf Tsegay (14:52.64). A la final pasaban las cinco primeras y cinco más por tiempos.
Recordemos que Semenya, al poder correr en su especialidad por exceso natural de testosterona (hiperandrogenismo), se inclinó por la prueba de los 5,000 metros Semenya, que partía con la tercera peor marca de las 37 inscritas en la prueba, recibió un tímido aplauso cuando fue presentada, más a modo de respeto que de admiración, como esas viejas glorias que rememoran sus éxitos en una postrera gira final.
Desde los Mundiales de Londres 2017, donde obtuvo su última medalla de oro en 800, Semenya no pudo volver a competir en su prueba. Se lo impide su exceso de testosterona, y su negativa a medicarse para reducirlo a los límites (5 nanomoles por litro de sangre) que desde 2019 exige World Athletics a las mujeres para competir en categoría femenina.