El corredor Kenenisa Bekele, detrás de su gran registro en la Maratón de Berlín (2:01.41), tuvo que sacrificar todo. Su manager Hermens dio a conocer, que pasó dos meses en Países Bajos concentrado en mejorar el entrenamiento y la alimentación, después de que su ajetreada vida de negocios y familia en Etiopía le impidiera descansar lo suficiente para rendir bien.
Los más amantes del atletismo y más admiradores de su figura le daban por liquidado su paso en la maratón, el etíope Kenenisa Bekele resurgió el pasado 29 de setiembre en la Maratón de Berlín, donde se quedó a solo dos segundos de batir el récord mundial de Eliud Kipchoge, el de verdad, un año antes en la capital alemana. Corrió en 2:01:41. El secreto detrás de ese éxito lo explica el manager de ambos, el neerlandés Jos Hermens, en un artículo en la web de World Athletics.
Hermens explica de su trabajo con Bekele para convencerle de viajar a Países Bajos y dejar atrás durante un tiempo su ocupada vida en Etiopía, donde entre sus negocios y sus hijos tenía demasiadas distracciones que no le permitían descansar y recuperarse bien entre cada sesión de entrenamiento. Nada que ver con la espartana vida de Kipchoge en Kaptagat (Kenia), concentrado en un campo de entrenamiento de lunes a sábado sin más tareas que prepararse para correr muy rápido.
Y a todas esas actividades se les sumaba una larga serie de lesiones arrastradas del pasado: tobillo, gemelo, tendón de Aquiles, espalda, caderas, isquiotibiales y pie. Por eso, Bekele, un mito en la pista hasta 2013, tres veces campeón olímpico y cinco mundial entre 5.000 y 10.000m, no había vuelto a brillar en maratón al extraordinario nivel que se esperaba desde que rozó las 2 horas y 3 minutos en Berlín 2016.
“Le dijimos a Kenenisa: Si sigues haciendo lo de ahora, obtendrás los mismos resultados. Hay que intentar cambiar las cosas”, cuenta Hermens, que convenció al etíope de pasar dos meses en Nijmegen, en Holanda, junto a él, centrado en entrenar, cuidarse y estar monitorizado todo el tiempo con los médicos.
Su tobillo recibió los mimos del fisioterapeuta Peter Eemers, que le dio unos ejercicios de gimnasio muy completo y se sometió al programa de alimentación del nutricionista Armand Bettonviel: comida real, con proteínas, arroz, patatas y vegetales, mucha fibra. Se acabó la costumbre de comer el menú de los hoteles como hacía en Adis Abeba que le habían hecho llegar con exceso de peso. Y a correr: de los 45km semanales pasó a los 150 en Europa y, cuando volvió a Etiopía se unió a Lelisa Desisa, ganador del Mundial de Doha unos días después de que Bekele volara en Berlín
Ahora Kenenisa Bekele parece perfectamente capaz de quitar el récord a Kipchoge y ha despertado la ilusión entre los aficionados por su posible duelo en el maratón de Tokio 2020.