El salto histórico de los 8,24 metros, con el que el alemán Markus Rehm ganó, este sábado, el campeonato nacional de su país frente a rivales sin discapacidad ha reabierto el debate ya que con una marca así establecía un nuevo récord del mundo paralímpico y que lo convertía en el mejor de su país, hubiera sido plata en los pasados JJOO de Londres.
La mínima para el europeo que se disputa en Zúrich del 12 al 17 de agosto está marcada en los 8 metros, por lo que el atleta alemán no debía tener problemas para ser seleccionado y acudir a la competición europea. Sin embargo, la Federación Alemana de Atletismo (DLV), de la que es campeón, ha determinado el miércoles que no contará con él para competir en la ciudad suiza al no conocer con exactitud hasta dónde influye su prótesis a la hora de competir.
Hasta entonces las opiniones se entrecruzan, como ya ocurrió con Pistorius antes de los Juegos de Londres. Aunque aún no hay estudios, algunos expertos, como Gabriel Brizuela -profesor de Biomecánica y Actividad Física Adaptada de la Universidad de Valencia-, creen que Rehm no tiene ventaja en el salto con la prótesis que lleva de rodilla hacia abajo en su pierna derecha. “La IAAF habla en su normativa de una ventaja neta global. En el caso de Markus, y tras los estudios realizados con Pistorius, se puede concluir que en la fase de carrera, la prótesis le otorga desventaja porque adquiere menor aceleración”, explica. “Lo que los estudios deberían dilucidar es cómo afecta a la batida, aunque en cualquier caso sería una mínima ventaja compensada con la carrera”.
Uno de los argumentos que esgrimen los detractores a que atletas paralímpicos compitan con otros sin discapacidad es que las prótesis funcionan como muelles. Brizuela es claro al respecto. “Las prótesis están diseñadas para sustituir la pierna que falta. Si actuara como muelle, en la fase de carrera el atleta avanzaría cojeando”, explica. El profesor de biomecánica, que realizó estudios a Yago Lamela y Niurka Montalvo, así como a paralímpicos, defiende la inclusión de estos deportistas siempre que las marcas sean similares. “Hay especialidades en las que no pueden coincidir, por ejemplo los atletas que corren un maratón en silla de ruedas, porque hacen tiempos muy inferiores. Pero mientras los registros sean similares, mi filosofía inicial es que la inclusión debe producirse”.