No hubo récord. Ni masculino ni femenino. Entre otras cosas porque el calor hizo mella en los corredores. Un calor (23 grados) impropio de Londres a estas alturas del año. Eso, claro está, le da igual a Eliud Kipchoge, que lo mismo te gana una carrera en la fría y lluviosa Berlín que en una City soleada.
El keniata es, de largo, el mejor maratonista del momento, como lo atestiguan sus nueve victorias en diez carreras desde su debut en la distancia en 2013.En Londres en concreto fue su tercer triunfo tras los logrados en 2015 y 2016. En este apartado, empata con el mexicano Dionicio Cerón (1994, 1995 y 1996), el portugués António Pinto (1992, 1997 y 2000) y su compatriota Martin Lel (2005, 2007 y 2008).
Kipchoge fue siempre cabeza de carrera, siguiendo a las liebres que debían marcar el ritmo adecuado para asaltar la plusmarca mundial de Dennis Kimetto (2.02:57), y esperando de paso que sus rivales, como tantas otras veces. El vigente campeón olímpico de la distancia pasó el medio maratón en una hora y un minuto justos, el tiempo previsto por la organización, y con sus principales contrincantes aún en el grupo de cabeza.
Poco después del paso de los 25 kilómetros, Kipchoge metió una marcha más y empezó a recoger los frutos del infernal ritmo de carrera. El gran Kenenisa Bekele, el doble campeón mundial Abel Kirui y el campeón defensor Daniel Wanjiru cedían terreno y sólo el etíope Tola Sura Kitata era capaz de seguir la estela de Kipchoge, con Mo Farah en un cómodo tercer puesto. De Guye Adola, el hombre que puso en apuro a Kipchoge el año pasado en Berlín.
Kitata, en su debut en un ‘major’, aguantó el tipo hasta los últimos kilómetros, firmando una enorme carrera con sólo 21 años. Sin embargo, no pudo oponer mayor resistencia al rey de la distancia, que entró sonriente en meta con un tiempo de 2.04:17.
Foto: Reuters