Un 13 de abril del 2003 se recuerda el récord mundial de maratón cuya protagonista fue la británica Paula Radcliffe de 2:15:25, durante la Maratón de Londres, podría ser considerado además de un récord europeo que la keniata Brigid Kosgei con sus 2:14:04 durante la Maratón de Chicago en octubre pasado, dejó en el archivo un registro que es todavía considerado por muchos como el mejor desempeño en la historia en una maratón femenina.
Este fue el tercer maratón récord de Radcliffe en el lapso de doce meses donde la británica, también ganó el título europeo de 10,000m con un récord continental de 30: 01.09. Después de establecer el debut más rápido del mundo un año antes con 2:18:56 de una cautelosa primera mitad de 71:04, Radcliffe batió el récord mundial de Catherine Ndereba con un registro de 2:17:18 en la Maratón de Chicago en octubre de 2002, pero ella estaba todavía raspando la superficie de su potencial a la distancia.
El récord mundial por el lado de los hombres en el momento es de Eliud Kipchoge de Kenia con 2:01:39, y los avances en la tecnología del calzado y la ciencia del deporte son tales que algunos observadores creen que una maratón de menos de dos horas es posible en una carrera legal. Pero en esta ocasión, Radcliffe llevó el récord mundial femenino en el 2003 a diez minutos del récord mundial correspondiente en el lado masculino de 2:05:38 por primera y única vez en la historia del evento.
«Este fue un salto cuántico en la carrera de maratón de mujeres que hizo que incluso el récord mundial de los hombres pareciera suave», comentó el fisioterapeuta de Radcliffe, Gerard Hartmann, después de la carrera.
Después de su grandioso registro, Radcliffe no volvió a acercarse a esa marca. Las últimas etapas de su carrera las lesiones siguieron a la británica, con lo que terminó con su carrera exitosa, que lo hizo en la Maratón de Londres del 2005 con un registro de 2:36:55, aunque cabe destacar que ese tiempo lo consiguió sin prepararse.
