El haber dedicado un tiempo prudencial a una labor determinada, se verá agradecido, siempre y cuando se haya hecho con sabias orientaciones y dirigido hacia metas y objetivos precisos, esos principios se ponen hoy de manifiesto en los resultados que va logrando el lanzador de jabalina agramontino Guillermo Martínez López.
Este excelente atleta inició la práctica del atletismo sobre los primeros años de la década del 90, cuando es captado para la EIDE;Cerro Pelado; por el técnico Jorge Herrera, quien desde muy pequeño le vio fibras de atleta, este comienza a guiar el proceso de aprendizaje de Guillermo por las diferentes disciplinas propia de la edad infantil, los avances son lentos; pero hay progresos, en 1994 tiene su primera experiencia competitiva de envergadura, el Campeonato Nacional Infantil en Santiago de Cuba y en esta competencia por equipos colabora con la obtención del segundo lugar de la provincia.
Así continua su tránsito por las demás categorías escolares, realizando después pruebas combinadas bajo la sabia mirada del técnico Lázaro Paz; luego vendrán entre otros resultados, el cuarto lugar en los Juegos Escolares de Santa Clara, 1997 y posteriormente su paso para la categoría juvenil, cuando aun para él, era la jabalina solo una disciplina más, dentro de las pruebas múltiples.
Pero como dice el dicho; Lo que está para uno nadie se lo quita, cuando se decide su paso para la ESPA; Inés Luaces, no existía entrenador de pruebas combinadas, entonces se valoran las reales posibilidades de Guillermo dentro del campo y pista, llegándose a la conclusión de que las principales opciones de tener resultados óptimos, era en el lanzamiento de la jabalina.
Iniciando así en 1998 de manera oficial su camino en el lanzamiento de la jabalina, y lo hace con Paulino Vargas, – un técnico con una entrega, dedicación y sistematicidad al trabajo sin límites, que ha formado a los mejores jabalinistas camagüeyanos, Vargas continua puliendo el diamante en bruto, Guillermo termina la categoría juvenil con resultado de 70.82 metros, más esto solo le sirvió para ser sexto en el listado cubano del año 2000, no fue llamado a la preselección nacional juvenil, porque según criterios de los especialistas estaba; muy trabajado; y poco se podía esperar de él, pero Paulino siguió con su dedicación y sistematicidad el trabajo iniciado, al año siguiente su pupilo envía la jabalina a 73.50 metros, resultando, medalla de bronce en el Campeonato Nacional; Aurelio Janet; y ubicándose tercero en el listado cubano, solo superado por las principales figuras, Emeterio González e Isabel Luaces, ahora la fuerza de su brazo se encargó de demostrar lo incierto de lo antes esgrimido por los especialistas.
Así, a fuerza de resultados es llamado para las filas del equipo nacional, en el cual milita desde finales del 2001 y bajo las certeras enseñanzas primero del técnico Miguel Bernal y luego de Isbel Luaces, el diamante va moldeando su forma; ya para el año 2004 en vísperas de los Juegos Olímpicos de Atenas, el agramontino se convirtió en la primera figura cubana con registro de 81.45, más eso solo le reportó una placentera estancia en el Estadio Panamericano, al año siguiente el camagüeyano continuó demostrando su fuerza, llevando la jabalina en suelo patrio hasta los 82.22 metros y fue tenido en cuenta e incluido en el tradicional periplo europeo que realizan los atletas cubanos cada verano. En tierras del Viejo Continente el agramontino se comportó de manera aceptable para ser su primera incursión; logró primeros lugares en Bilbao (con marca personal de 84.06), Getafe (81.60), Covilhã (80.65); cuarto en Helsinki (81.27) y quinto en París (82.71) y Roma (82.85) respectivamente.
Asistió al X Campeonato Mundial de Atletismo celebrado en Helsinki, Finlandia, donde clasificó para la final con marca de 78.37, ya en la ronda de la verdad no logró lo que esperaba, concluyendo en el décimo lugar con 72.68 metros, tal ves un poco los nervios y también las condiciones allí existentes ese día – con lluvia y frío – no eran las más adecuadas para quien no estaba acostumbrado a competir en Europa.
La temporada del 2006 la inició con 81.71 el 2 de febrero en La Habana, también en la propia capital cubana durante la III Olimpiada Nacional de Deporte Cubano, lanza un jabalinazo de 85.02 metros. A mediados de mayo viaja a Brasil donde compite en los Gran Prix de Río de Janeiro, Fortaleza y Belem, siempre con registros sobre los 80 metros; la gira por Europa le reportan al atleta camagüeyano triunfos en Bilbao (86.09) y Savona (83.12), además es segundo en París con récord nacional de 87.17 y tercero en Roma con 85.02 metros, cerrando la temporada con el triunfo en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias, Colombia donde implantó récord para los mismos con envío de 84.91 metros.
En el año 2007 Guillermo Martínez, se corona en los Juegos Panamericanos de Río Janeiro, Brasil con 77.88 metros, pero su mejor desempeño de la temporada acontece precisamente en tierras cariocas en el mes de mayo, cuando en el Gran Prix de Fortaleza, lanza 85.93, también la gira europea le reportan triunfos en Bilbao con 85.60 y Rovereto con 81.64, además de cuarto lugares en Oslo con 85.30 y Paris con 83.94 respectivamente.
Asiste al mundial de Osaka, pero aunque nuevamente está entre los 12 mejores jabalinistas del mundo, le es imposible ocupar un puesto de finalista (ocho primeros) y termina en el noveno lugar con 82.03, muy por debajo de lo realizado por él antes de la cita japonesa. Problemas personales hacen que Guillermo se ausente durante todo el año olímpico, por lo que cita de Beijing no contó con la fuerza de su brazo y Cuba se privó de un posible finalista.
Ahora ha regresado por todo lo alto, reverdeciendo laureles y conquistando la primera presea de esta especialidad en estas lídes para Cuba en el sector masculino, en ese lanzamiento de 86.41, iban las horas de dedicación de todos los técnicos, que a lo largo de su carrera deportiva han puesto un grano de arena para esa medalla de plata.
Una vez más me convenzo que la decisión que tomamos los que dirigíamos el atletismo camagüeyano por aquellos tiempos, fue la correcta, le ha dado a Cuba un señor jabalinista y una medalla de plata mundial, que no será la única, ya que le queda un largo camino por recorrer en esta disciplina a la que un día llegó producto de la suerte, pero que ha sabido corresponder con entrega y dedicación.