En una decisión tomada en la mañana siguiente a su victoria en la pista, Jakob Ingebrigtsen terminó compitiendo en la media maratón de Copenhague sin tiempo objetivo, con el fin de probarse en la distancia. Mantuvo una exigente carrera hasta los 10k a 27:27, era muy fuerte la carrera, pero tuvo que detenerse y caminar varias veces en los siguientes kilómetros para llegar a la meta y registrar en su debut de los 21k (1h.03.13).
Tan solo 36 horas después de la gloria en la pista, como si de Sifan Hassan en los Juegos Olímpicos se tratase, pero sin experiencia en la ruta. Ingebrigtsen, lo hizo, eso sí, en unas condiciones enormemente exigentes, con ritmo para amenazar todos los récords en la primera mitad: 27:27 en el paso por los diez kilómetros.
Tras pasar esa barrera, derrotado, Jakob Ingebrigtsen se detuvo sobre la calzada danesa, donde parecía la antesala de una retirada temprana de su primera carrera de 21 kilómetros. Si bien le costó inmensamente reponerse, aquello de rendirse ocupa un lugar calcado al de descansar en la personalidad de Ingebrigtsen; nulo. A un ritmo más lento y ya descolgado del grupo, el noruego terminó la carrera como pudo y cerró su debut 34º en la carrera y con un tiempo de 1 hora, 3 minutos y 13 segundos: «Intenté estar arriba en el grupo de cabeza, pero mis piernas estaban demasiado cansadas», resumió al terminar.
«21 kilómetros es definitivamente demasiado. No volveré a intentarlo en un par de años. Fue divertido, pero duro. Esto no es lo mío, el menos por ahora», aseguró Jakob a los medios tras una complicada primera experiencia en Copenhague.
En la lucha por la victoria en Copenhague, en un sprint final decisivo, la victoria fue para el campeón del mundo: el keniano Sabastian Sawe (58:05), que pudo con el plusmarquista mundial Jacob Kiplimo. En categoría femenina, victoria para Margaret Chelimo Kipkemboi, también keniana, que terminó con 1h05:11.