El actual récord mundial de salto alto, Javier Sotomayor de Cuba, está confiado que el ucraniano Bohdan Bondarenko (2,42 m.) y el catarí Mutaz Essa Barshim (2,43) tienen las condiciones y las posibilidades de arrebatarle el récord mundial de salto de altura que logró hace 23 años con sus 2,45 metros en Salamanca.
«Se han acercado, los he seguido en sus actuaciones y por eso digo con absoluta seguridad que están en condiciones de lograrlo», afirmó Sotomayor, que al día de hoy colabora con sus experiencias con entrenadores de su especialidad e imparte cursos a niños y jóvenes valores que se inician en el deporte.
Sotomayor, retirado del deporte activo desde 2001, es actualmente portavoz de la Federación de Atletismo y vicepresidente de la comisión de atención al atleta en Cuba.
Dueño de tres récords mundiales aún vigentes y dos medallas olímpicas, recuerda sus primeros Juegos Olímpicos, en Barcelona 1992, donde se alzó con el oro con salto de 2,34 metros, y que se sintió «muy a gusto en España, por el clima, por la gente, y por Salamanca», el lugar de su registro de 2.45 metros.
En los Juegos de Atlanta 1996 no logró medalla y rememora la dolorosa lesión que arrastraba entonces, y luego en Sydney 2000 volvió a subir al podio por una medalla de plata con un discreto salto de 2,29 metros de altura.
Reconocido como el mejor saltador de todos los tiempos, Sotomayor confiesa en una entrevista con Efe en La Habana que se sentía «comprometido» con él mismo y con la afición porque ya tenía una «etiqueta de favorito».