La capital de Qatar es una de las fuertes candidatas para ganar los votos dentro del Comité Olímpico Internacional y ser la siguiente elegida para albergar los Juegos Olímpicos de 2036 que será intensa, con numerosas ciudades y países dispuestos a invertir en infraestructura y presentar propuestas innovadoras para atraer el evento deportivo más importante del planeta.
Hay un punto a favor de la candidatura qatarí: los Juegos de 2036 coinciden con una edición donde, en la regla no escrita de la rotación de continentes, tocaría una nación asiática tras Europa (París 2024), América (Los Ángeles 2028) y Oceanía (Brisbane 2032), a la espera de una opción potente desde África. Doha cumple con esta condición, aunque Bombay y Yakarta también se posicionan en este sentido.
En contraposición, existen argumentos muy poderosos que no terminan de convencer en el seno del COI: el clima extremo, violaciones a los derechos humanos, las restricciones sociales y culturales y el impacto ambiental de sus construcciones masivas. Estos factores presentan desafíos considerables para Doha en su aspiración y deberán ser abordados de manera efectiva para mejorar sus posibilidades de éxito.
Según confirmaron miembros del Comité Olímpico Internacional, la candidatura qatarí será la elegida en perjuicio de las otras ciudades que han mostrado interés por la organización de la cita de 2036. Lo cierto es que hasta el anuncio oficial previsto para 2026 o 2027, no habrá confirmaciones.