Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano).- Dentro de los diferentes sectores en que se dividen las pruebas atléticas, por sus características; dígase, velocidad, vallas, medio fondo, fondo, saltos, lanzamientos, pruebas combinadas o múltiples y caminata, los 800 metros están considerados como una especialidad de medio fondo, término aplicado a las pruebas clásicas de 800 y 1.500 metros, incluyendo también el kilómetro y la milla inglesa (1.609 metros).
Esta disciplina, como el resto de las especialidades atléticas, con el transcurso de los años ha ido evolucionando, llegando a ser considerada por algunos entendidos, como una más dentro del sector de la velocidad, aunque por el complemento energético empleado, diste bastante.
Bueno, pero el tema en cuestión, no es tratar de cambiar los 800 metros para uno u otro sector, es mostrar que en Cuba, los mejores resultados en esta especialidad han sido logrado por atletas que provienen del sector de velocidad (400 metros), no del medio fondo (1500 metros), como sucede en mucho de los mejores atletas del mundo en esta prueba.
El fenómeno cubano es algo muy peculiar, que comienza a manifestarse desde los años 20 del pasado siglo, pero que tuvo su máxima expresión en las décadas de 1970 y 1980, con los resultados de Alberto Juantorena, quien inicialmente logró excelentes marcas en 400 metros, con 44.26 segundos, en su momento (1976), la quinta mejor de todos los tiempos, para luego hacerlo también en los 800 metros.
Si hacemos un recorrido por los resultados históricos de esta prueba en Cuba, tenemos, que entre los hombres, las tres mejores marcas corresponden a corredores que lo hacían también en los 400 metros; iniciando, Norberto Téllez, con 1:42.85 en 800 y 45.27 en 400; Yeimer López, 1.43.07 y 45.11, cerrando el trio, el bicampeón olímpico Alberto Juantorena, con 1:43.44 y 44.26; mientras los que alternaron con los 1500 metros, apenas han logrado descender de 1:46.00, siendo Andy González (1:45.3) y Leandro Civil (1:45.88), los máximos exponentes. Otros “velocistas” presentes en la primera veintena del listado son, Raidel Acea, 1:45.62 y 45.18; Héctor Herrera, 1:46.61 y 45.77; Alaín Miranda, 1:46.73 y 46.85; Ángel Carnesolta, 1:47.12 y 46.64; Abel Hipolito, 1:47.5 y 47.6 y Roberto Ramos, 1:47.76 y 45.84.
Entre las mujeres, sucede algo similar, pues la dos primeras en el listado, lo hacían también en los 400 metros, iniciando la fenomenal Ana Fidelia Quirot, con 1:54.44, en 800 y 49.61, en 400 metros, seguida de Zulia Calatayud, 1:56.09 y 50.87; luego aparece Rose Mary Almanza, con 1:57.70, quien, aunque ha corrido varios 400, su formación inicial fue como mediofondista. Otras atletas “cuatrocentistas” que se insertan entre las 20 primeras son, Lisneidy Veitia, 1:58.98 y 51.72; Aurelia Pentón, 2:01.38 y 51.72; Mairelin Fuentes, 2:02.0 y 53.00; Diosmely Peña, 2:02.41 y 51.88; Gilda Casanova, 2:02.50 y 52.28; Indira Terrero, 2:03.24 y 50.98, cerrando, Ana Hachy Peña, con 2:03.29 y 52.58 segundos, respectivamente.
Si hacemos un recorrido en la historia del atletismo cubano, observamos que desde los inicios, los atletas criollos del sector de velocidad mostraron esta tendencia, en detrimento de los mediofondistas. En la década de 1920, el mejor exponente de los 800 metros fue Ruperto Notario (2:03.0), un atleta muy polivalente, quien logró 52.2 en 400 y 4:17.8 en 1500 metros.
En los años 30, dominó un corredor de medio fondo, Pedro Sarría, con 1:59.2 y 4:12.6, seguido de un velocista, Gerardo Casanova, con 1:59.5 y 51.2, respectivamente. Mario Cruell, es el mejor exponente en 800 metros, entre 1940 y 1949, con 2:00.0 y 50.0, en 400 metros. En los años 50, lo hace un atleta que logró resultados aceptables para la época en las tres distancias, Emigdio Torres, con 1:51.3, en 800, 47.7, en 400 y 4.07.6, en 1500 metros, respectivamente. Cerrando de 1960 a 1969, un mediofondista, Luis Dubouchet, con 1:47.7 y 3:57.0.
En el mundo, entre los mejores exponentes, la tendencia hacia el medio fondo, ha ido decreciendo en la actualidad, pues en el Top-20, el 45% de los atletas, tienen esa inclinación, pero el 20% utilizan los 400 metros, como prueba auxiliar, mientras que el 35% solo se han dedicado a los 800 metros. Entre los “velocistas” se cita al actual poseedor del récord mundial, el kenyano David Lekuta Rudisha (1:40.91), quien presenta marca personal de 45.50 segundos. Los otros tres exponentes, son el botswanés Nijel Amos (1:41.73), con 45.55; el kenyano Patrick Ndururi (1:42.62), con 45.71 y el ruso Yuriy Borzakovskiy (1:42.47), con 45.85 segundos.
En el apartado de los mediofondistas (1500 metros) están, el británico Sebastian Coe (1:41.73), con 3:29.77; el brasileño Joaquim Carvalho Cruz (1:41.77 y 3:34.63); el suizo André Bucher (1:42.55 y 3:38.44); el sudanés Abubaker Kaki Khamis (1:42.23 y 3:34.34); los kenyanos Sammy Koskei (1:42.28 y 3:38.50), Alfred Kirwa Yego (1:42.67 y 3:33.68), y Japheth Kimutai (1:42.69 y 3:34.14) y el noruego Vebjorn Rodal (1:42.58 y 3:37.97); mientras que a Wilson Kipketer, Wilfred Bungei, Mohamed Aman, Timothy Kitum, Amel Tuka, Pierre-Ambroise Bosse y Johnny Gray, no se le registran participación en pruebas auxiliares.
Estos datos nos confirman, que, aunque los 800 metros estén contemplados y seguirán siendo una especialidad del medio fondo, la búsqueda de mejores rendimientos, hacen que los atletas con predominio de la resistencia a la velocidad, sean los que marquen la pauta, como es el caso de Rudisha y otros citados aquí, pues atletas con marcas personales en 400 metros, sobre los 45 segundos o más, le sería más fácil pasar la última vuelta, empleando las reservas de velocidad, con mejores dividendos, que aquellos, con cuotas personales más elevadas, dígase, 48, 49 segundos y más.
Esto, por supuesto, es aplicable al caso cubano, pero añadiendo la particularidad, de que, Cuba tradicionalmente ha tenido mejores resultados en las pruebas de velocidad, que en las de medio fondo. Entonces la utilización “combinada” de los medios de ambas especialidades, pero con predomino de la velocidad, es lo que ha propiciado los grandes resultados materializado por atleta como, Alberto Juantorena, Ana Fidelia Quirot, Zulia Calatayud y Norberto Téllez, los máximos exponentes de esta corriente.