La maratón de Valencia, previsto para el 6 de diciembre, contará con la participación de más atletas de élite y semis profesionales de los que tenía previsto por ser una de las primeras pruebas que van a permitir optar a la marca mínima necesaria para los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
«Hemos notado que más o menos se han dirigido a nosotros el doble de atletas de ese perfil que en ediciones anteriores, pues quieren correr aquí y que sus marcas puedan ser validadas de cara a la cita olímpica», explicó Juan Botella, director de carrera de la prueba.
En la pasada edición de 2019 corrieron entre 150 y 170 atletas de elite y semi profesionales. «Ahora hay más de trescientas peticiones, lo que supondría la presencia de más atletas que en una final olímpica».
La Federación Internacional de Atletismo estableció hace unas semanas que, dados los problemas generados de entrenamiento y movilidad por la pandemia, así como las dificultades para poder hacer pruebas antidopaje, las marcas para los Juegos sólo tendrían validez a partir del 1 de diciembre.
Botella subrayó además que hacer un primer intento en una prueba como la de Valencia «da la oportunidad de fallar y de volverlo a intentarlo después».
Mientras es una incertidumbre para las carreras populares. Paco Borao organizador de la Maratón de Valencia, «Estamos viendo qué pasa porque a medida que avanza el tiempo vemos que va a ir más allá de lo que pensábamos inicialmente. Para Valencia planteamos escenario», dijo Borao.
«Primero, hablamos de que se haga la carrera de manera normal, pero también hay que pensar que el 25 de octubre, seis semanas antes del maratón, organizamos el Medio Maratón, que posee récord del mundo», confesó.
«Si no se hace la Media, desde el punto de vista popular, habrá que barajar la opción de hacerlo de elite junto con el Maratón y ver si nos dejan llegar a 500 participantes, a mil o de qué forma», comentó.
