El atleta etíope Feyisa Lilesa, en señal de protesta en contra de su gobierno, cruzó la meta tras obtener el segundo lugar de la maratón de los Juegos Olímpicos, con los brazos por encima de su pecho, un gesto típico del grupo étnico oromo que sufre últimamente el acoso de las autoridades policiales. El reglamento olímpico prohíbe de manera explícita las protestas o los gestos con connotación política.
Lilesa, de 26 años, es natural de la región de Oromia. Los oromo, de mayoría cristiana, han protagonizado, en las últimas semanas, unas duras protestas antigubernamentales que se saldaron con la muerte de más de un centenar de manifestantes. El grupo étnico, formado por más de 35 millones de personas, reprochó al Gobierno de Adís Abeba el nulo respeto por los derechos humanos, las detenciones y ejecuciones arbitrarias, la injusta distribución de la riqueza, y la marginación política a la que se ven sometidas distintas etnias.
Lilesa repitió su gesto reindicativo en rueda de prensa, asegurando que su vida corría peligro si regresaba a Etiopía. El atleta defendió su acción ante los medios: «El Gobierno etíope está asesinando al pueblo oromo, también le está privando de sus tierras y de sus recursos. Yo, como oromo, secundo estas protestas. Mis familiares están encarcelados y si se atrevieran a hablar de derechos humanos acabarían ejecutados». Antes de finalizar la comparecencia, el atleta anunció que todavía no ha decidido si volverá a Etiopía o si comenzará a residir en otro país. «Si no me matan, me encarcelarán», aseguró.
El corredor etíope respondió a una pregunta sobre una posible sanción del Comité Olímpico Internacional. «No puedo hacer nada al respecto. Sentí que debía hacer el gesto, tengo un problema muy grave en mi país y no tengo la opción de protestar en mi país».
A pesar de que la propaganda política, religiosa o racial en los Juegos está prohibida por el Comité Olímpico Internacional, la acción de Lilesa no es la única reivindicación que ha destacado durante estos Juegos. Darya Safai, una mujer iraní, ha conseguido llevar a cabo su protesta. Safai se ha manifestado contra la prohibición a las mujeres de asistir a partidos de voleibol en Irán.