El próximo ciclo olímpico para el atletismo puertorriqueño arrancará en los Juegos Centroamericanos y del Caribe 2018 sin la presencia de una de sus principales figuras de la región y del mundo, tras el retiro del vallista ponceño Javier Culson, por lo que la cita de Barranquilla podría comenzar a definir quién será la próxima gran figura de esta disciplina.
Con un grupo de unos 22 exponentes, el atletismo boricua debe aspirar a unas cuantas medallas en Barranquilla, Colombia, pero el presidente de la Federación de Atletismo de Puerto Rico, Luis Dieppa, prefirió reservarse las proyecciones.
“Beverly Ramos es una atleta que tiene opciones a varias medallas (10,000 metros, 5,000 y 3,000 con obstáculos), y también hay nombres como Jasmine Quinn (100 con vallas), Wesley Vázquez (800 metros) y Ryan Sánchez (800 metros)”, dijo Dieppa cuando se le preguntó quién o quiénes se podrían perfilar como posibles sustitutos del sitial que ocupó Culson en los últimos tres ciclos.
El líder deportivo coincidió que no será fácil conseguir quien llene esos zapatos, “pues en 70 años de historia de nuestra federación es lo más grande que ha ocurrido”, agregó recordando que Culson fue medallista en todas las competencias del ciclo olímpico.
“Ryan es un muchacho joven que empieza su carrera en el ciclo olímpico ahora. Beverly es una veterana con unas cualidades grandísimas, igualmente Wesley Vázquez y Andrés Arroyo”, agregó Dieppa.
“Angeline Figueroa (1,500 metros) es una niña que está en buena posición de lograr éxito. Y en el caso de Jasmine Quinn, es una atleta internacional con un nivel altísimo”, indicó Dieppa refiriéndose a la corredora olímpica especialista en 100 metros con vallas, quien debutó por Puerto Rico en los Juegos de Río 2016 y de quien espera una presea.
