Un 16 de agosto de 2009, a días de cumplir 22 años, la nueva figura del atletismo tenía muy en claro su plan para la final olímpica de los 100 metros detener el cronómetro en 9 segundos y 58 milésimas y lo consiguió en el Mundial de Atletismo disputado en Berlín, una marca que aún no se rompe.
Aquella noche, con un viento a favor de 0,9, Usaín Bolt registró el mejor tiempo de la historia, y dio la vuelta al Estadio Olímpico vestido de Jamaica. «Ha sido sensacional. Definitivamente ha sido mi mejor carrera; el show debe continuar», dijo luego de ganar y marcar la historia.
Bolt ostenta ser el hombre más veloz de la historia con sus 9,58, pero además de tener las tres mejores marcas mundiales, con su 9,63 de Londres y el 9,69 de Pekín (que comparte con Tyson Gay y Yohan Blake).
Bolt, ahora incursiona como futbolista, anunció su retiro de las pistas en 2017, en su última carrera, en los relevos del Mundial en Londres, tuvo un «calambre» en su muslo izquierdo poco después de tomar el testigo en el último tramo de la competencia.