Tumbando todas los obstáculos de la vida, el británico Simón Wheatcroft un atleta completamente ciego, nada lo detuvo para planificar y correr una ultramaratón de 250 kilómetros en el desierto de Namibia carrera de siete días. ” Yo decidí que quería correr y tumbar todas las barreras”. Dijo el atleta, en una entrevista. Simón, completó 3 de las 7 etapas.
La carrera de Wheatcroft fue en absoluta soledad. Al menos sin una clásica guía o liebre que lo acompañe, para ayudarlo a completar su primer ultramaratón, Wheatcroft patrocinado por IBM desarrolló una aplicación que le permite desplazarse en este tipo de situaciones.
La aplicación se llama Ascot – por el nombre del perro guía de Wheatcroft – y usa coordenadas para planear la ruta. Wheatcroft recientemente corrió la Maratón de Boston 2016 para lo cual IBM programó la ruta. Cuando Simón se desvía hacia la derecha o la izquierda si teléfono inteligente lo ayuda a través de un sonido en sus auriculares y le alerta que debe retomar el camino.
El británico completó 3 de las 7 etapas. En la primera demoró 7h09m24s; en la segunda, 9h09m13s, y en la tercera, 9h30m32s. Luego, durante el cuarto día, los paramédicos lo sacaron por la temperatura agobiante y su estado general que le impedían seguir. «Fui al desierto para expandir el mundo de posibilidades. He demostrado que puede competir en soledad, pero me lastimé y no pude seguir adelante», expresó en la su cuenta de Twitter.
«No tengo miedo. Lo más importante en el desierto es la comida y la hidratación. Para mí, la tecnología desarrolló la solución al problema de orientación y guía, y con eso puedo hacerlo”, precisó el atleta a la cadena CNBC, quien a partir de los 17 años comenzó a percibir que veía menos. Una enfermedad degenerativa lo tiene hoy en día con un campo de visión de cero grados, sin visión periférica y sólo es capaz de ver cambios sutiles de luz. Su relación con el running se dio en 2010 cuando nació su hijo.