El cubano Javier Sotomayor, el mejor saltador de altura de la historia, inauguró un negocio privado en su antigua vivienda del selecto barrio habanero de Miramar, el Bar-Restaurante 2.45, en homenaje a su récord mundial de 1993, aún vigente.
Rodeado de personalidades de la cultura y el deporte cubanos, el «Príncipe de las Alturas» (54 años) echó a andar lo que concibe como un proyecto socio-cultural.
«Para mí es un nuevo paso, a lo mejor de salto sé o un poco de atletismo sé, pero no tanto en el mundo empresarial, estoy dando mis primeros pasos», dijo a la AFP en el local.
Se trata de un restaurante que incluirá espectáculos musicales y a la vez los clientes podrán dialogar allí con deportistas famosos.
Según el ex salatador, en Cuba hay «muchos» y «muy buenos emprendedores», y «no es que estemos dando, de momento, pasos agigantados (en Cuba), más que todo por la situación actual (de crisis económica) que nos encontramos, (pero) poco a poco vamos a tener muchísimas oportunidades».
Hace ocho años, el recordista mundial y campeón olímpico abrió un negocio similar, junto a su primera esposa, la exsaltadora María del Carmen García, pero no prosperó y duró poco tiempo.
Otras celebridades del deporte de la isla que instalaron negocios privados en los últimos años son el exvallista Dayron Robles y los exvoleibolistas Mireya Luis y Raúl Diago.