Dos meses después de los Juegos Olímpicos de Rio y la exclusión de una gran parte de los deportistas rusos, la familia olímpica, a iniciativa del Comité Olímpico Internacional (COI), se reúne el sábado en Lausana para estudiar una reforma de la lucha contra el dopaje y de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA).
La cuestión es cómo hacer esta lucha antidopaje «más robusta, eficaz e independiente». Tal es el ambicioso objetivo del estado mayor del COI, con su presidente Thomas Bach al frente, que será abordado junto a otros dirigentes mundiales del deporte (de 07h00 a 11h00 GMT) en un cónclave que tendrá lugar en un palacio de Lausana.
Bach hizo llamar a las principales federaciones olímpicas. Así, estarán el presidente del atletismo mundial (IAAF), Sebastian Coe, y su homólogo del fútbol, Gianni Infantino (FIFA). Los presidentes de los comités olímpicos ruso, chino, y estadounidense estarán también representados, y el actual presidente de la AMA, el británico Craig Reedie.
En el punto de mira del COI, la AMA está acusada de demorar la investigación sobre el dopaje en Rusia, a pesar de las evidencias. A ello se añadió recientemente el pirateo informático sufrido en sus bases de datos, lo que reveló información médica de varios deportistas de élite.
Ese acto puso al descubierto las Autorizaciones de Uso Terapéutico (AUT), de las que se benefician numerosos atletas, entre ellos las hermanas Williams, la gimnasta estadounidense, múltiple campeona olímpica, Simone Biles, o los ciclistas británicos Chris Froome y Bradley Wiggins.
«Haremos algunas propuestas constructivas», confesó Bach a la AFP.
«El año pasado, antes del escándalo, ya hicimos una propuesta para dar independencia al sistema antidopaje», añadió.
En efecto, en octubre de 2015, el COI intentó que los controles antidopaje no estuviesen en manos de las federaciones deportivas internacionales, como es el caso en la actualidad, y que pasasen a ser confiadas a una instancia independiente.
En la época, el COI demandó que la AMA asumiese esa función, pero los últimos acontecimientos han abierto la posibilidad de que esa misión recaiga en otro organismo diferente de la AMA.
Bach precisó que en el marco de dicha reforma, las suspensiones por dopaje serían pronunciadas sólo por el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS), que por el momento sólo estudia los recursos.
Esto haría el proceso menos costoso y armonizaría todos los deportes y países en la lucha antidopaje.
Ante lo hercúleo de la tarea, ¿surgirán de la reunión del sábado medidas concretas cuando el informe final del profesor McLaren sobre dopaje en Rusia no ha sido publicado en su totalidad?
En una carta de seis páginas dirigida el 16 de septiembre a los miembros de su instancia, Bach solicitó «ideas y propuestas».
La AMA, creada en 1999, justo después del caso Festina, a iniciativa del Comité Olímpico Internacional con el fin de «promover, coordinar, y supervisar la lucha contra el dopaje», podría salir debilitada de la reunión del sábado.
«No creo que la situación de la AMA sea crítica», aseguró, no obstante, a finales de septiembre Olivier Niggli, su director general.