La Federación Internacional de Atletismo (World Athletics) dio el visto bueno a la participación de hasta diez atletas rusos bajo bandera neutral en los Juegos Olímpicos de Tokio. Rusia está suspendida desde 2015 por su sistema de dopaje de estado.
Los atletas que participen en los Juegos lo harán con máximo respeto a las normas antidopaje. Esta concesión se extiende además a otras competiciones internacionales, también con un cupo máximo de diez atletas.
Esta decisión de World Athletics llega tras la presentación de un plan de reintegración por parte de la Federación Rusa de Atletismo, en el que han colaborado expertos independientes antidopaje. El objetivo que se persigue es crear un departamento antidopaje independiente y aumentar la lucha contra las prácticas dopantes en este país.