En Cambridge, Massachusetts, sucedió uno de esos acontecimientos que despiertan la admiración y enérgicos rechazos al mismo tiempo: Caleb Barnes, un niño de nueve años, corrió la media maratón de la ciudad y estableció un nuevo récord mundial para su edad (la completó en 1 hora 34 minutos 44 segundos).
“Amo correr porque es divertido y me hace feliz”, le dijo Caleb a la edición norteamericana de Runner’s world.
Los padres de Caleb, lógicamente, son corredores, y lo llevaron a correr por primera vez a los tres años. A los cuatro, el chico ya corrió su primera prueba de 5 kilómetros, y luego se unió a un club de “100 milers”, que impulsa a la gente a correr al menos cien millas (ciento sesenta kilómetros) a lo largo de un año.
Sin embargo, la idea de correr una media maratón fue toda suya. Primero tuvo que convencer a sus padres para que le dejasen y después tuvo que visitar a su pediatra para demostrar que no corría ningún peligro. Además, tuvo que buscar una media maratón que no impusiera un mínimo de edad. «Está muy motivado, y aunque nos ve como ejemplos, el mérito es todo suyo», dijo su madre.
No le falta razón. A sus 9 años, Caleb Barnes acabó la media maratón de Cambridge cinco minutos más rápido que su padre con una sonrisa en la boca.