Barranquilla 2018: El atletismo cubano sobre lo esperado (I)

0

Eddy Nápoles Cardoso – Cuba (Especial para Atletismo Peruano).-Han concluidos los Juegos Centroamericanos y del Caribe, dejando atrás una estela de gratas actuaciones, que incluyen varios récords para el evento, con presencia, además, de diversos medallistas olímpicos y mundiales, que van desde la vedette nacional Caterine Ibargüen, pasando por los cubanos Leonel Suárez, Denia Caballero y Yarisley Silva, el bahamés Donald Thomas, hasta el trinitario Keshorn Walcott.

Colectivamente, Colombia se llevó el gato al agua, con 11 títulos, cinco preseas de plata y nueve de bronce; mientras que Cuba (10-8-9), la reina hace cuatro años, ahora fue segunda, en tanto México (8-4-5) y Jamaica (8-3-6), dirimían su lucha por el tercer escaño.

A diferencia de Veracruz (noviembre de 2014), cuando el atletismo criollo regresó con un botín de 23 títulos, el escenario, aparte de ser en otro país, era muy diferente, ahora estaba en pleno apogeo la temporada atlética, con receso incluido en el circuito europeo. Esto propició la asistencia de varios atletas con un alto nivel competitivo y de otros, de menor, pero con el suficiente bregar para imponerse en este evento, algo de lo que careció la cita veracruzana.

Antes de entrar en las valoraciones específicas, quiero ilustrar lo anterior con dos ejemplos, presentes ambos, en Veracruz y Barranquilla; la triplista colombiana Caterine Ibargüen, quien fuera de temporada ganó hace cuatro años, con 14.57 y ahora creció 35 centímetros (14.92); mientras que al cubano Yoandys Lescay, segundo en aquella oportunidad, con 45.52, no le alcanzaron sus mejoras de 18 centésimas (45.38) para variar la medalla de plata.

En el caso que nos compete, la actuación cubana, quiero explicar antes, que en varios trabajos previos a la cita barranquillera, valoré las potencialidades con que contaba la comitiva criolla, estando estas, entre las siete y diez medallas de oro, cifra, esta última, lograda finalmente.

Ahora, cuáles eran las pruebas en las que el atletismo cubano podía aspirar objetivamente al título, estas eran, en el salto de longitud, salto triple (M), 800 metros, salto con pértiga, lanzamiento del disco y heptathlon (F), de las cuales, solo en longitud, no se pudo conquistar el oro, debido a una contractura previa sufrida por Juan Miguel Echevarría: xistían otras seis especialidades, donde los atletas cubanos no eran líderes, pero también había posibilidades de oro, como fue en, decathlon, salto con pértiga, lanzamiento del martillo, relevo 4×400 (M), impulsión de la bala y lanzamiento de la jabalina (F), de estas, solo se hicieron realidad tres (decathlon, pértiga y 4×400).

Hasta aquí, según mis cálculos previos, se habían conquistado ocho títulos, de 12 opciones, pero como los pronósticos pueden o no materializarse y la competencia es la expresión real del resultado, en estas suelen producirse sorpresas, en este caso, agradables, como en los 1500 metros y en la posta 4×400 (F), para cerrar los diez títulos criollos.

Entrando en materia de análisis e iniciando por los ganadores de la medalla de oro, entre los hombres, el triplista Cristian Nápoles, dominó mejorando su cuota personal en 0.6 cm; el pertiguista Lázaro Borges (5.30), venció repitiendo su mejor desempeño del año, mientras que Leonel Suárez, sin estar en su mejor forma y ausente el anunciado granadino Lindon Víctor (8303), ganó el decatlón, aunque en esta ocasión no se pudo apoyar en la jabalina, teniendo que recurrir a la décima prueba (1500 metros), pero es una muestra de los recursos de este fenomenal atleta, por último, el relevo 4×400, que no pasa por sus mejores momentos, pero en igualdad de condiciones con Dominicana y Colombia, sus integrantes supieron dar el extra para la victoria.

Entre las mujeres, la pertiguista Yarisley Silva, acostumbrada a las grandes demostraciones, llegó a Barranquilla en su mejor momento en la temporada, acababa de saltar 4.80 en Mónaco y sin exigencia por parte de la venezolana Rosbeilys Peinado (4.50), ganó cómodamente el título con 4.70. Las atletas que siguen eran amplias favoritas a la medalla de oro, en el caso de las discóbolas Yaimé Pérez (66.00) y Denia Caballero (65.10), era definir quien ganaba, por la amplia superioridad de ambas en el área, con el triunfo ahora para Yaimé; mientras que Yorgelis Rodríguez (6436), compitiendo medianamente sería la mandamás en el heptatlón, aun con la presencia de la colombiana Evelis Aguilar (6285), como finalmente aconteció.

Dejo para el final a Rose Mary Almanza, única con tres títulos en el atletismo, la camagüeyana estuvo a gran altura, era la favorita en los 800 metros, prueba que ganó con lo justo, pero luego, sin estar entre las pretendientes, asumió las riendas en los 1500 metros, venciendo también, cerrando con el relevo 4×400, donde fue uno de los tres puntos altos (Zurian y Roxana) para lograr el título.

En el apartado de las probabilidades no materializadas, hay varios atletas, como la balista Yaniuvis López (18.03), quien había mostrado cierta estabilidad en los resultados en las competencias grandes de la última temporada y ausente la jamaicana Daniel Thomas, era la favorita principal, por encima de la trinitaria Cleopatra Borel-Brown, pero ahora no pudo llegar hasta los 18.28 previos (2 de junio) y sucumbió una vez más ante Borel-Brown.

La jabalinista Yulenmis Aguilar (60.29, el 9 de junio), con reales posibilidades de triunfo, se mostró totalmente desconcertada a tal punto, de solo lograr 55.60,  decreciendo en 4.69 metros, abriéndole el camino al título a la colombiana María Murillo (59.54). Tampoco estuvieron eficientes Roberto Janet (74.02, el 17 de febrero) y Reinier Mejías (74.75, el 2 de junio), en el lanzamiento del martillo, con decrecimientos respectivos de, 0.91 y 1.47 metros, aunque repetir esos resultados, no les hubiera mejorado el color de las medallas, pues el mexicano Diego del Real (75.64), mermó solo 69 centímetros y se coronó campeón.

Del resto de las opciones cubanas presentes en Barranquilla, sus rendimientos previos, no le auguraban la obtención de la medalla de oro, como es el caso del discóbolo Jorge Fernández (60.84), quien creció en 4.43 metros, pero el colombiano Mauricio Ortega (62.32), también progresó (3.98), para lograr el título; el corredor de 400 metros, Yoandys Lescay, que venía desde muy atrás en la temporada, con 46.19, mejoró 0.81 centésimas (45.38), pero su rival, el dominicano Luguelín Santos (44.66), partía mejor y con 44.59 conquistó el oro.

Entre los grandes progresos criollos está la vallista Zurian Hechavarría (55.93), descendiendo hasta los 55.13 en gran carrera, pero la jamaicana Rhonda Whyte (54.90) mejor posicionada y la conocida mexicana Zudikey Rodríguez (56.30), le negaron un escaño superior en el podio; mientras que la maratonista Dailín Belmonte (2:59:09), mantenía su estatus de subcampeona.

Otros buenos desempeños en tierras barranquilleras lo escenificaron, los triplistas Jordan Díaz (17.29) y Liadagmis Povea (14.44), la pertiguista Lisa Salomón (4.10).el decathlonista Briander Rivero (7858), la martillista Elianis Despaigne (64.40), así como Reynier Mena (20.28) y  Adriana Rodríguez (23.63), en 200 metros.

Continuará…

Share.

Comments are closed.

X